Izuku estaba ansioso por ir a ver Kacchan, pero el problema era salir, Shoto le dijo que ya no lo ayudaría a escaparse y menos para ir a verlo.
Se sintió mal al saber que Shoto ya no sería cómplice, pero por otro lado lo comprendía, si hacía eso era estarle mintiendo a sus padres.
Así que no tenía opción más que pedirles permiso a sus papás. Ese día andaban visitando lugares donde los recibían contentos, Izuku se sentía feliz de ver tanta gente, además de que muchos admiraban su belleza.
Estaba jugando con algunos angelitos hasta que chocó con una angelita, lo ayudó a ponerse de pie porque el golpe lo hizo caer. Tenía el cabello castaño y mejillas rosadas; además de una sonrisa muy bonita.
—Perdóname mucho—hablo la castaña.
—Descuida, fue mi culpa por no fijarme—respondió sonriendo.
—¿No te lastimaste?
—No, no, no me pasó nada—mantenía su sonrisa.
—Mi nombre es Ochako Uraraka, ¿el tuyo?
—Ah, soy Izuku Midoriya.
En eso Uraraka hizo reverencia muchas veces, y también se disculpaba, ya que no había empujado a un simple ángel, si no al hijo de All Might, no quería estar en problemas.
—No hay necesidad de disculparse tantas veces—habló nervioso por la acción de la castaña.
—No quiero tener problemas con All Might—respondió con temor.
—Fue un simple accidente.
—Hijo mío—apareció detrás de Izuku.
—Papá—giro a verlo.
—Tenemos que regresar—en eso vio a la angelita—mucho gusto pequeña—frotó su cabeza.
—¡All Might!—Uraraka estaba tan feliz de verlo en persona, sus ojos brillaban.
—Bueno, despídete de tu amiga Izuku.
—Si—asintió felizmente.
Se despidió de Uraraka prometiéndole volverla a visitar aunque sabía que eso era una tarea difícil. De regreso a su hogar Izuku estaba indeciso en si pedirle permiso para salir, sabía como eran sus papás, muy sobre protectores.
—Papá—dijo finalmente.
—¿Qué sucede?
—Me preguntaba si—pausó un tiempo dudando. —Me preguntaba si me das la oportunidad de salir y conocer por mi cuenta algunos lugares—lo dijo nervioso.
—Mi respuesta es no, no puedes ir solo a no se donde. ¿Y si algo te pasa y no estoy?
—¿Cuando me dejarás salir?—hablo molesto.
—Aún no lo sé, pero por ahora no puedes salir ¿entendido?
Izuku ya no respondió, sólo asintió y miró hacia la ventana del carroaje, se sentía molesto y tenía ganas de llorar. Sus papás no comprendían que necesitaba salir a distraerse.
Al llegar al templo se fue directo a su habitación y no le dirigió ni una sola palabra a su papá, este notó el enojo pero no podía hacer nada, por más que quisiera dejarlo salir temía que algún demonio lo atrajera.
Sin saber que ya había uno en su vida.
Toda la tarde se la pasó mirando por la ventana, tenía muchas ganas de ir a ver Kacchan, pero no podía, a pesar de que le entregó el medallón quería estar con él.
Los años pasaron e Izuku no volvió a escaparse de su hogar, decidió seguir respetando las reglas de su papá.
All Might lo dejaba salir con Shoto para ir a jugar con Uraraka, construyeron una amistad bonita, aunque Uraraka tenía sentimientos por el pecoso, pero él nunca lo notaba.