Aquella bugambilia que siempre cae al piso a vuelto a su inmensidad como un astro palpitante sediento de luz.
Las rosas y aquel que corta sus flores se han dicipado entre niebla y halagos que buscan hacer que ella ceda,junto con aquel que descarta a cualquiera.
Pero desde las sombras siempre está aquel narrador que sin decir nada solo observa fascinado la historia de su astro, sin intervención o omisión solo posa su hombro para que el astro tome impulso antes de subir de nuevo a escena, antes de que ante todos aparente estar entera sin ninguna grieta en su fina estructura.
Pero hay algo
Hay alguien
Hay un pequeño sesgo de duda
Un león que entre penumbras deambula alrededor de ambas entidades buscando cazar sin daño alguno a la “estrella”.