Capítulo 4

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Investigué las puertas de la habitación, encontrándome con un armario y un baño. Ambos eran espaciosos como los que solía encontrarme en esa clase de viajes.
Pero habia una puerta al lado, en medio de una pared, que llamaba mi atención. Así que la abrí con cuidado, llevándome una sorpresa cuando me encontré con Soobin de espaldas a mi poniéndose una camisa.

Esa puerta comunicaba nuestras habitaciones, algo que por supuesto no me esperaba en lo absoluto. Lo miré por unos segundos y luego con cuidado traté de cerrar la puerta nuevamente para que no me escuche.

-Es de mala educación espiar, Yeonjun -Dijo dándose la vuelta, dejandome congelado ante sus palabras. -Es broma, no necesitas que te de un permiso para que entres a mi habitación.

Abrochó el último botón de su camisa y caminó hacia mi, cerró la puerta que se encontraba detrás de mí cuerpo y me pegó a él, pasando sus brazos por mi cintura, yo apoyé mis manos en su pecho con una expresión algo confundida.

Otra vez la misma situación.

-No te estaba espiando, no sabía a donde iba la puerta, la abrí para saber que habia del otro lado.

-Que bonita sorpresa te llevaste. -Golpeé al hombre con cariño.

-No seas presumido -Sonrió -Sólo me sorprendi un poco -Se acerco más a mi.

Volvió a reír una vez más y sentí mi corazón paralizarse, desde esa distancia podía ver perfectamente cada rastro de cualquier emoción que se posase en su rostro.

Yo podía jurar que cada poro e incluso cada molécula de su cuerpo era misticamente perfecta.

Esos ojos rasgados que por poco desaparecían junto a su sonrisa eran definitivamente mi punto débil, pero sus labios...

-¿Me vas a dar permiso para besarte? -Habló casi pegando mis labios a los suyos.

Por un momento quise mandar todo a la mierda ¿Cuándo volvería a tener una oportunidad de este tipo?
Yo ni siquiera sabía si él iba a durar mucho tiempo trabajando con nosotros.

Quise acercarme para finalmente besarlo pero él simplemente se alejó.

-No, dame permiso.

Algo dentro de mi se encendió un poco ante su mínima demostración de dominación, pero intenté disimularlo cuando rodé los ojos y pasé mi brazos por sus hombros.

-Sólo por esta vez te daré permiso -Sin dejarme decir nada más se acercó a mi y me besó, correspondí el ritmo que sus suaves labios me proponían.

Por un momento me sentí flotar en las nubes, mientras mis manos se escabullian juguetonas por su cuello y otra sosteniendo su cabello, tirando levemente de el poco a poco.

Logré oír un suspiro algo denso salir de su boca cuando nos separamos por un momento y al volver a unir nuestros labios sentí como bajaba sus manos a mis piernas haciendo que me levante y las cruce en su cintura, me pegó contra la puerta y bajó sus besos a mi cuello.

Tiré de su cabello un poco más fuerte cuando lamió mis clavículas sensibles, mientras mi labio inferior se encontraba siendo maltratado por la forma en la que mis dientes lo aprisionaban.

-Soobin... -Largué un suspiro.

Iba a decir algo más pero unos golpes en la puerta nos sorprendieron.

-Yeonjun, Soobin ¿Qué fue ese golpe? ¿Están bien? -Era la voz de mi padre, miré a Soobin con pánico y él me soltó para que pueda bajar de su cintura.

Aunque realmente no quería bajarme.

-Tranquilo, no hagas ruido -Asentí, él abrió un poco la puerta dejándome detrás de esta -Lo siento, dejé caer la maleta al suelo en un descuido -Dijo el con total calma.

♥︎ 𝗘𝗹 𝗮𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻𝘁𝗲 - Soojun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora