DAYLIGHT ─── pjo¹

02 | the son of poseidon

───── ❝ the son of poseidon ❞ ─────

chapter 02, the lightning thief

⊱ ━━━━　➴　━━━━ ⊰

EL INCIDENTE EN el lavabo se propagó casi de inmediato, y Cornelia se disculpó con Percy y Annabeth antes de salir corriendo a darse una buena ducha.

No se molestó en nada más que esquivar a sus hermanos por la cabaña hasta llegar al baño y abrir la ducha fría. Pasó poco más de media hora pasándose jabón y shampoo hasta que se sintió totalmente limpia.

Bendito sea Noah y su obsesión de ser precavido, agradeció internamente Cornelia una vez terminó de bañarse mientras se cambiaba con la ropa limpia que había en un canasto allí.

Salió del baño justo al mismo tiempo que escucho una caracola. La hora de la cena. Lee salió de la cabaña y les indico que se organizaran. La fila iba por orden de antigüedad por lo que Cornelia estaba segunda.

─¿Qué estabas haciendo tú con Percy Jackson? ─cuestionó su hermana, Rose, apenas la vio.

─¿Qué te importa, chismosa?

Rose bufó y pasó una mano por el cabello sin cepillar de Cornelia.

─Clarisse me dijo que estabas allí ─le respondió─. También me dijo que el pringado ese me las pagara pero realmente no le di mucha importancia, ¿sabes?

─Pues dile a Clarisse que... ─Cornelia fue interrumpida por la llegada de Theo Fossati, quien se colocó entre las dos chicas con una sonrisa entretenida.

Rose lo fulminó con la mirada en su nuca antes de correrle la cabeza con la mano.

─¡Sal del medio, entrometido!

─Pues hubieras llegado seis meses antes al campamento si querías estar aquí ─se burló Theo. Luego miró a Cornelia─. ¿Por qué tienes un nido de cabello en tu cabeza?

─Ojala te quedes calvo ─refunfuño Cornelia. Rose soltó una carcajada y Lee los miró de reojo mientras apresuraba el paso.

En el pabellón, las antorchas ardían alrededor de las columnas de mármol. Una hoguera central refulgía en un brasero de bronce del tamaño de una bañera. Cada cabaña tenía su propia mesa, cubierta con un mantel blanco rematado en morado.

Cornelia divisó a Percy apretujarse en una esquina en la mesa de la cabaña 11. En cuanto el chico levantó la vista, miro todas las otras mesas y llegó a la de ella, Cornelia levanto una mano y lo saludo divertida. Percy le correspondió el saludo con gran esfuerzo mientras intentaba no salir del banco donde se encontraba.

Al final, Quirón coceó el suelo de mármol blanco del pabellón y todo el mundo guardó silencio. Levantó su copa y brindó:

─¡Por los dioses!

Las ninfas del bosque se acercaron con bandejas de comida: uvas, manzanas, fresas, queso, pan fresco y barbacoa. Como de costumbre, una vez servida la comida todos comenzaron a levantarse y arrojar una parte al fuego; la fresa más hermosa, el trozo de carne más jugoso, el rollito más crujiente y con más mantequilla.

No olía en absoluto a comida quemada, sino a chocolate caliente, bizcocho recién hecho, hamburguesas a la parrilla y flores silvestres, y otras cosas deliciosas que no deberían haber combinado bien, pero que sin embargo lo hacían.

Cornelia arrojó una parte de su pan a su padre, Apolo, y justo antes de regresar a su mesa sintió un codazo en sus costillas.

─Mira eso ─le murmuró Rose en voz lo suficientemente baja como para que solo ella escuchara y señaló no muy lejos de las mesas a Michael hablando con Jake Mason, hijo de Hefesto.