25 | circe island

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─── ❝ circe island ❞ ───

chapter 25, the sea of monsters


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CORNELIA HABÍA PERDIDO la noción del tiempo desde que se zambullo al agua y subir a Percy al bote, para luego cantar un cántico en griego antiguo a su padre para asegurarse de que Percy estuviera completamente bien.

Luego, se las tuvo que arreglar para orientar una vela totalmente improvisada y avanzar en zigzag. Consiguió no volcar el bote.

Algo bien, por lo menos.

Una hora (¿tal vez?) Percy intentó incorporarse, pero Cornelia le puso una mano en el pecho impidiéndole sentarse.

─Descansa ─le dijo─. Vas a necesitarlo.

─¿Y Tyson...?

Cornelia meneó la cabeza.

─Lo siento mucho, Perce.

Guardaron silencio mientras las olas los sacudían.

─Quizá haya sobrevivido ─dijo, aunque no muy convencida─. Ya lo sabes, el fuego no puede matarlo.

Percy asintió, totalmente desesperanzado.

Las olas rompían contra el bote. Cornelia le enseñó algunas cosas que había logrado salvar del naufragio y qué había guardado en su bolso: el termo de Hermes (ahora vacío), una bolsa hermética llena de ambrosía, un par de camisas de marinero y una botella de SevenUp. También había encontrado su mochila, aunque los dientes de Escila la habían desgarrado por la mitad. La mayor parte de las cosas se habían perdido en el agua, pero todavía tenía el bote de vitaminas de Hermes.

─Lo demás que podría llegar a ser salvado lo tomó Annabeth ─le informo. Percy parpadeo como si acabara de darse cuenta que su amiga faltaba.

─¿Y ella?

Cornelia suspiro temblorosamente y Percy se arrepintió de inmediato por haber preguntado.

─No lo sé.

Navegaron durante horas. Ahora que estaba en el Mar de los Monstruos, el agua relucía con un verde todavía más brillante, como el ácido de la hidra. El aire era fresco y salado, pero tenía además un raro aroma metálico, como si se aproximara una tormenta eléctrica, o algo aún más peligroso. Percy le indicaba a veces hacía donde debían ir.

Sin importar en qué dirección viraran, el sol siempre les daba en la cara. Cornelia no diría que era algo que le molestara particularmente.

Compartieron unos sorbos de SevenUp y utilizaron la vela por turnos para guarecerse un poco con su sombra. También hablamos del último sueño de Percy con Grover.

Según Cornelia, tenían menos de veinticuatro horas para encontrarlo, y eso dando por supuesto que su sueño fuese fiable y que Polifemo no cambiara de idea e intentara casarse antes.

─Sí ─dijo Percy amargamente─. Nunca puedes fiarte de un cíclope.

Cornelia lo miró con ceño, y por primera vez Percy noto las ojeras que tenía.

─No te pongas así conmigo cuando yo no he dicho nada nunca.

Percy bajó la vista para examinar las escasas pertenencias: el termo vacío, el bote de vitaminas.

─Nells, ¿cuál es la profecía de Quirón?

Ella frunció los labios.

─Perce, no...

DAYLIGHT ─── pjo¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora