Lo prohibido es para tontos

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Dos

Pack your things leave somehow Black bird song is over now.
Pensaba en la canción que mi padre me canta todas las noches. A mi madre no le gusta escucharla porque le recuerda a mi tía.
Toda mi vida he resibido visitas de muchas personas amigas de mis padres. Personas que antes eran bienvenidas en A.T.S. Ahora son enemigos.
Entre esas personas está mi tía, la hermana de mi madre. Es menor que ella y sé que la quiere mucho. Me traía dulces y libros con historias maravillosas. No la vemos desde que yo tenía nueve años. Por eso tengo recuerdos borrosos. Pero sé que era muy hermosa, como mi mamá.
La casa siempre estaba llena de risas y de viejas historias. Las cuales me siguen dando miedo.
Mi padre también tiene parientes. Ninguno de los dos me hablan sobre ellos.
Ya nadie nos visita, lo que me pone algo triste.
- Despierta- dijo Fabián chasquiando los dedos.
- Lo siento - dije- solo estoy pensando.
- A veces piensas de más. Yo soy inteligente porque no pienso- me dijo.
- Esa es la mayor estupidez que he escuchado en mi vida.
- ¿Por qué no vienes luego de clases?
- Desde cuando a tus padres les gusta que yo sea tu amiga. Ya sé que piensan que mis padres son traidores de la nación y bla bla.
- No van a estar. Yo pienso que tus padres son geniales.
- Yo pienso que tus padres no saben una mierda. Nunca estuvieron fuera de los muros.
Había gente que nunca estuvo afuera, como los padres de Fabián. Desde que todo comenzó estuvieron aquí adentro. Tal vez por eso Fabián si tiene abuelos, que según mis padres eran gente con mucho poder.
- Solo te lo perdono porque eres mi amiga.
- Lo sé.
- Entonces... ¿Vienes?
- Solo si Em va también- contesté.
- Supongo que nadie me extrañará en casa- contestó Em.
- Todo resuelto- sonrió Fabián.
La profesora siguió hablando de mentiras, lo típico.
- Bueno, muchachos. Aquí esta la lista más actualizada de libros prohibidos. Sí tienen alguno de estos libros entregenlos a la oficina gubernamental. Es por su propia seguridad.
Daban ese tipo de listas cada mes. Generalmente el 90% de las cosas de la lista estaban en mi casa. Y también leídas por mí y mi familia.
Harry Potter
Sentido y Sensibilidad
La cabaña del tío Tom
La Vida de Lucy.
Me quedé estupefacta.
- Profesora, la Vida de Lucy no estaba prohibida.
- Ahora sí, señorita Dixon. Si lo tiene en su casa lo mejor sería que lo entregue.
- Pero...
- Es mandato del gobierno. ¿O acaso cree que sus gobernantes no saben lo que hacen?
En ese momento todos se me quedaron viendo con una mirada fría. Incluso Fabián. Emily bajo la mirada.
Tuve que morderme la lengua.
- No, señora.
- Bien.
Me enojaba mucho el hecho que la prohibieran. Si su autora se enterará...
Vaya estupidez ella no podría hacer nada, la matarían. Sino es que ya lo está.
Fuimos a la casa de Fabián. Él sabía que estaba molesta.
No era la primera ni la última vez que me enojaban las decisiones del gobierno.
Además siempre hablaba mal de él. Pero últimamente he tenido que guardar me las palabras.
Ha habido rumores de que hay cámaras y micrófonos en las casas. Eso explica porque mis padres hablan en voz baja y entre ellos.
No dudó que haya en mi casa y menos en la casa de Fabián. A la gente poderosa se le tiene más vigilancia.
- ¿Ese era tu libro favorito?- me dijo Em.
- Sí. Era el único que no me parecía...- me detuve al pensar en los micrófonos. Así que me acerque a Em- ... Una mentira.
- ¿Por qué...?- comenzó Em.
- Hay cámaras, las han estado instalando, eso dijo mi madre esta mañana- dijo Fabián.
- Es que hasta quitan la privacidad. Vaya mierda- susurré.
- Ya no podrás rascartela en paz, Fab- dijo Em.
Todos reventamos de risa. Okay Emily era tímida, pero con nosotros no.
Empezamos a comer espinaca. Aunque dudó que se llame así.
La casa de mi amigo era el doble que la mía. Cuando era más pequeña corríamos por todo lado.
Nos recostamos todos en el piso. Mi enojo había pasado, un poco. Los tres éramos buenos amigos. Me llevaba mejor con ellos que con mi hermano.
Seguidamente Fabián sacó una antigua cámara y tomó una foto.
Yo me la guarde.
- ¿Jugamos? - dijo Em.
- Claro- contestó Fabián.
Entonces sacó el licor de sus padres y tres vasos. Los lleno y empezamos a jugar ¿Lo hiciste?
Si algo que dice los demás lo has hecho tomas un sorbo, sino no lo haces.
- Yo empiezo- dije.
Ellos asintieron.
- Mis padres no son asquerosamente ricos- dije.
Fabián tomó un sorbo.
- Nunca he ofendido a alguien.
Los tres tomamos.
- Amo a mis padres- dijo Em.
Fabián tomó un sorbo.
Hubo un poco de silencio.
- No estoy enamorada.
Solo Fabián tomó un sorbo.
Y así continuamos hasta emborracharnos.
Como saben el alcohol funciona de manera distinta en cada quien.
Emily se quedó dormida y yo y Fabián comenzamos a cantar y a correr.
Lo último que recuerdo fue a Fabián diciendo:
- Me encantas.

Danah (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora