Once
La mañana había llegado y yo casi que no pude dormir. Eso me pasaba seguido cuando estaba ansiosa. No podía dormir, me dolía el estómago y sentía muchas ganas de vomitar. Además de sudar en exceso y que me temblaba el pulso.
Mamá había dicho que podía hacerlo. Llevaba su sangre, se suponía que por esa razón tendría las cosas más fáciles. Pero se equivocaba. Por el hecho de ser su hija todos esperaban que lo logrará. Pero mi madre no me había entrenado a muerte. Vivíamos detrás de los muros y por ese hecho ya tenía desventaja.
Me puse lo más cómodo que encontré. En realidad fue lo primero que vi. En eso tampoco fui buena jamás. Nunca me importo la ropa. Eso era sacrilegio para mi mejor amiga Emily. Había tratado de no pensar en ella, pero era inevitable. Me pregunto si estará bien.
Salí de mi habitación y allí estaba Mamá esperándome.
- ¿Vamos a desayunar?- me preguntó.
Asentí y comenzamos a descender. Papá estaba en una mesa con su sonrisa permanente. A veces no entendía como alguien tan dulce como Papá podría estar con alguien tan brusca como Mamá. Ambos se complementaban, supongo.
Comimos y una dulce muchacha se me acercó. Parecía unos cuantos años más vieja que yo, pero no eran demasiados. Tenía unos ojos que ya había visto en alguien.
- Soy Judith.
- Danah- le sonreí.
- Veo que conociste a mi novia- dijo Jake acercándose.
Judy volteo los ojos, pero no parecía que le molestará del todo. No sé porque no me sorprendía. Era él, después de todo.
- ¿Tu novia?- dijo Rick acercándose.
A Jake se le bajo el ego más rápido de lo que yo acostumbro a ver. Rick era el padre de Judith. Mala ocasión para presentarse.
- Son los hijos de Lucy y David, ¿no?- nos dijo Rick.
Asentí. Era Rick Grimes. Era toda una leyenda.
Antes de que A.T.S le declara la guerra a los sobrevivientes solo hablaban de Rick. Todas sus historias. A los niños a veces les daba miedo, pero a mi no.
Mi historia favorita era de donde él comenzó.
Rick estuvo en coma un mes y cuando despertó era el fin del mundo. No entiendo como sobrevivió en el hospital. Buscó a su familia y aunque parezca imposible, la encontró. A su esposa Lori (la cual Mamá decía que era una zorra) y a Carl que en ese momento tenía doce.
Luego esta Judith, que nació en medio de la catástrofe. Debió ser difícil mantenerla con vida. Lori murió cuando la dio a luz.
Judy tenía una hermosa sonrisa y por primera vez vi a mi hermano hipnotizado. No estoy diciendo que mi hermano era un insensible, pero nunca lo había visto tan cautivado.
La hora del desayuno termino y Judy nos guió a la sala de "aprendizaje".
Era un tipo de gimnasio. Había bastantes armas y puntos de tiro. También al fondo había una jaula.
- Caminantes- dijo Judy.
- ¿Extintos? - me burlé.
Olía peor que el caño de la cuidad, como... como si algo se hubiera muerto.
- Aún no van a luchar contra ellos. Primero deben aprender a disparar. Yo les enseñaré eso. Mike les enseñará otras cosas mañana.
Pasamos practicando un rato. Resultó que era bastante buena y Jake también. Pero disparar no era lo que me daba miedo. Sino los cuchillos. Mi mano iba a estar más cerca de los caminantes. Tenía más probabilidades de ser mordida.
- Empezaremos con los cuchillos luego- dijo Judy.
Suspiré aliviada.
Mi hermano se marchó y Judy me pidió que me quedara.
- ¿Te dan miedo los cuchillos?- me dijo.
- No es eso. Me da miedo ser mordida.
- Mira, los cuchillos son un arma muy útil. Ellos no necesitan balas y son silenciosas. Aparte es más probable encontrar un cuchillo que una pistola.
- Sé que tengo que superarlo.
- Sino quieres usar cuchillos, hay otra opción como la de...
- Una katana- intervino una mujer de tez oscura- yo le enseñaré.
- Danah, te presentó a la mejor profesora de katana del mundo: Michonne.
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Danah (Segunda parte)
Science FictionHan pasado veinte años desde que la cura existe. Danah ha vivido toda su vida detrás de los muros del A.T.S. Ha escuchado historias de la gran catástrofe y tiene curiosidad de lo que hay allí fuera. Quiere saber si esas criaturas existen. Esta vez...