¡Bienvenido a la Escuela de Demonios, Izuku-Kun! -traducido-

Capítulo 5: ¿Somos amigos?

Incluso después de unas semanas, Izuku nunca dejó de ser una parte alegre de su vida. Inko también, por supuesto, pero la alegría de consentir a su propio nieto era un placer que nunca podría comprenderse. Esa cálida y reconfortante sensación de dar lo que su precioso nieto deseaba era prácticamente adictiva.

Era demasiado lindo para describir cuando se ponía todo nervioso al recibirle ropa nueva, cuadernos de la más alta calidad y algo de esa mercancía de héroe de alta gama (según los estándares humanos) que a Izuku parecía encantarle. Su pequeño frijol verde prácticamente se desmayó cuando pudo conseguir un póster personalizado autografiado de ese tipo All Might, por el que el mundo humano parecía volverse loco. Oh, si tan solo Izuku lo adorara de la misma manera, ¡entonces la vida sería aún más perfecta de lo que ya era! Realmente tuvo suerte con el trato con ese tonto sin corazón llamado Hisashi, ahora tenía una familia entera solo para él, tal como siempre había soñado.

Hablando de su querido nieto, los tres adultos de la casa pudieron notar el ligero entusiasmo en los pasos del catorceañero durante los últimos días. Izuku solo pasó dos horas escribiendo todas sus teorías sobre las habilidades de linaje en lugar de las tres horas y media habituales, y esta mañana durante el desayuno, estaba notablemente menos asustado por la comida demoníaca que su madre había llegado a amar tanto (lo único que era casi igual a consentir a Izuku con mercancía de héroe era consentir a Inko con comida) y su sonrisa no era la temblorosa y nerviosa que tenía cuando llegó, sino una sonrisa más relajada y natural que hizo que Opera la fotografiara de inmediato.

Al ver a su nieto salir por la puerta para su caminata diaria a la escuela, notó a una cierta chica demonio saltarina esperándolo en la entrada, cantando su nombre. "Oh, pensé que Asmodeus caminaba contigo a la escuela."

"Él lo hace, más o menos." Izuku respondió un poco tímidamente. "Nos encuentra más cerca de la entrada. No puedo culparlo, cuando puedes volar, ¿por qué molestarte en caminar?" El chico tenía un buen punto.

"¿Debería traer la carreta entonces?" preguntó, queriendo llevar a su adorable nieto a la escuela. Pero recibió la misma respuesta que siempre.

"¡No, no, está bien, abuelo! ¡Realmente no necesitas hacer un gran alboroto por esto!" gritó, temblando en su lugar. Qué niño tan humilde, ah, qué bonito es ser joven y puro.

"Bueno, al menos él y Clara están ahí para acompañarte, son tan buenos amigos." Dijo, haciendo que Izuku se sobresaltara, temblando en su lugar.

"¿Amigos? ¿Estás seguro de que no te estás adelantando con esa descripción?" Izuku se frotó la cabeza, mirando a la siempre alegre Clara. "Asmodeus me habla, claro, pero las cosas son un poco raras, como si hubiera una barrera que nos impide cerrar esa brecha, y Clara, bueno, me divierto con ella, y ella está feliz de estar a mi alrededor, pero ¿realmente puedo ser amigo de ella?"

Este chico realmente complicaba las cosas a veces. "Bueno, estoy seguro de que las cosas con Asmodeus se resolverán eventualmente, pero en cuanto a Clara..." Dirigió su mirada hacia la chica alegre, que ya intentaba escalar la entrada para llegar más rápido a su compañero de cabello verde. "La última vez que revisé, los humanos definían la amistad como dos o más personas que pasan tiempo juntas y disfrutan de la compañía del otro. ¿Me estás diciendo que no es así entre ustedes dos?"

Izuku parpadeó confundido, mirando mientras Opera intentaba bloquear el intento de la chica de cruzar la entrada. "Yo... no..." Se veía muy conflictuado consigo mismo, así que Sullivan simplemente suspiró y le revolvió el cabello al chico.

"¿Por qué no hablas de esto con ellos más tarde, a ver si están de acuerdo?" preguntó con una sonrisa. Solo recibió un asentimiento a cambio, pero valió la pena. "Ahora bien, yo también me voy a la escuela, tenemos que finalizar las clases después de todo. Adiós." Y con su característico signo de paz, los dedos extendidos para formar tres seises, voló hacia el aire, emocionado por las noticias que su nieto traería a casa. ¡Si tan solo Kalego no hubiera destruido esas cámaras ocultas alrededor de la escuela, había una razón por la que recortó el presupuesto del hombre!