¡Bienvenido a la Escuela de Demonios, Izuku-Kun! -traducido-

Capítulo 10: La envidia no es anillo, es verde

Sabnock tenía dos actividades que realizaba en su tiempo libre. La primera era leer sobre el Rey Demonio. Gran parte de ello era texto antiguo, pero eso solo hacía que su discurso sonara aún más impresionante, y las historias siempre lo asombraban en gran medida.

La segunda era el entrenamiento muscular. Había algo tranquilizador en el dolor sordo y el esfuerzo subconsciente que implicaba hacerse más fuerte. Honestamente, era más relajante que esa cosa de yoga en la que estaba metido su hermano.

Su hermanita incluso se unía a él, descansando sobre su espalda mientras hablaba sin parar sobre su día o las historias que sus amigos le contaban. Él incluso podía participar con su propio consejo de vez en cuando. Así, la sensación de Clara escalando la "Montaña Sabro" mientras desahogaba sus frustraciones le resultaba extrañamente nostálgica.

"¡Maldita sea esa Lady Cabello Rojo, está robando tiempo de mi Izuku-kins! ¿Cómo se supone que debo jugar con él cuando está concentrado en ella?" Murmuró enojada. "Solo quiere ayudar porque le gusta tanto la magia de linaje. ¡Yo puedo hacer magia de linaje, puedo hacer todo!" Gritó con rabia mientras él trabajaba en sus bíceps. "¿¡Por qué molestarse con alguien más!?"

"Sí, así es para los chicos nerds. Una vez que obtienen algo nuevo, quieren aprender todo lo que pueden sobre ello." Murmuró con sinceridad, después de todo, en el momento en que alguien le soltó un nuevo dato sobre el rey demonio, dejó todo para aprender sobre ello. También tenía un interés menor en los héroes, debido al fanatismo de Izuku por ellos. Lo cual tenía sentido, su abuelo era uno después de todo.

"Mmm, no quiero que Izuku-kins pase tiempo con alguien más, quiero que pase tiempo solo conmigo. Tal vez con Azz-Azz también." Se quejó Clara. "Connor, Murf, ¿ustedes tienen alguna idea?" La única respuesta de los pantuflas fue un movimiento de negación. Bueno, si ese es el caso, solo hay una solución.

"Si estás tan decidida, entonces deberías intentar seducirlo." Sugerió, causando que la chica se congelara en confusión. "Tercer capítulo de cómo ser un Rey Demonio. Si estás perdiendo a alguien que le importa a otra tentadora, entonces deberías traerlo de vuelta con un atractivo que nunca pueda resistir, y hacerlo tuyo por la eternidad." Era algo común en aquellos días, con cuántos sedujo el desaparecido Rey Demonio Derkila. Hombre, mujer, animal, puertas. Está bastante seguro de que la última es solo dramatismo, pero la idea es lo suficientemente genial. "Después de todo, la primera regla de ser un demonio es tomar lo que es tuyo, y si no es tuyo, ¡deberías tomarlo de todos modos!"

"Tienes razón, ¡debería seducirlo! Aprenderé todo lo que pueda, y cuando termine, ¡Izuku-kins le gustará tanto mi cuerpo y el tiempo de juego que nunca se alejará de mi lado! ¡La victoria será mía, Lady Cabello Rojo!" Gritó Clara, riendo maníacamente. Ah, qué era ser tan inocente, realmente le recordaba a su hermana.

(X)

Jazz escuchó a Kalego-sensei terminar, un tipo tan aburrido, aunque era aterrador como el infierno. "Ahora bien, lo último que queda por hacer es elegir sus electivas. No la caguen, o apuñalaré a cada uno de ustedes." Dijo, dejando caer papeles sobre el escritorio antes de dejarlos a su suerte.

Parecía un mal movimiento, pero estaban demasiado lejos del edificio principal para hacer volar nada, una ventaja de estar atrapados bajo tierra cerca del vertedero, libertad absoluta cuando el maestro no estaba allí. Lied ya estaba aprovechando eso sacando su juego, no que alguna vez lo guardara cuando Kalego-sensei estaba cerca, Kaumi estaba coqueteando con Elizabetta mientras la chica, adorablemente, rechazaba sus avances. "Entonces, ¿hay alguna clase que valga la pena unirse, o solo estamos eligiendo nuestro veneno aquí?"

"Ahora, ahora, ¡uno no debe tomar su educación a la ligera! ¡Yo mismo necesito refrescarme en Farmacología!" Respondió Schnider alegremente. Era bastante difícil recordar que el demonio parecido a un león era el nerd de la clase, dada su apariencia.