Olía a sangre y la traición seguís sus pasos, siempre había sido digno pero las cosas cada día se tornaban más difíciles, son muy pocos sus aliados, aquellos que van a favor de su posición son la minoría ¿Por qué pasaba esto? Elimino completamente de su sentir que tenía un hermano, pero la sombra de aquel contrario dejaba huellas en su camino, pensó que había logrado terminar con su vida y lo único que logró fue una provocación mínima, tan solo daño su mente, pero no fue capaz de terminar con su vida. Caesar era su enemigo y lamentablemente tenían la misma descendencia, le quitó a Juliet, su más grande adoración y ahora de forma fugaz arranco al capitán del mundo. No era el mejor padre pero era el suyo y a pesar de todas sus maldades lo quería y nunca imagino tener la fuerza suficiente para terminar con el, no obstante Caesar si la tuvo, algo más en lo cual consiguió superarlo, tenía muchas cosas en mente y decisiones que tomar, no quería dar el siguiente paso teniendo todo aquel conflicto en su interior, lo que no entendía era esa duda que vivía en su ser, había esperado durante toda su vida para tomar el puesto de su padre y de un momento a otro dudaba hasta de su existencia ¿Qué pasaba con él? Quizás el estrés y los conflictos de su interior le estaban haciendo una mala jugada. Hasta el momento nadie le había dicho nada sobre el paradero de Caesar ni siquiera Ana y eso era sospechoso, pues sabía de ante mano que Ana sería capaz de encontrar personas incluso en otros países, a eso se dedicaba. Tomó medidas contra su muda conspiración, la llevo arrastras a la habitación que tenía especial para interrogar y a su vez castigar a todo el intruso o conspirador que tenía en su contra, la ató de aquella silla de caoba con correas de cuero, con fuerza y sin piedad, propinó varios puñetazos en su estómago y rostro, mientras está cuestionaba su proceder, pues le sorprendía las acciones de Marcos lo veía de forma inofensiva pero sus acciones por primera vez la tomó por sorpresa.
-¡Hijo de perra!- Grito llena de irá - ¿Por qué me torturas? ¿Qué tienes contra mi?- Cuestionó adolorida, sintiendo como la sangre se desbordaba de sus labios-
-¿Y aún tienes la maldita cara de preguntar?- Golpea nuevamente su rostro- Eres la mejor buscando personas y justamente a Caesar no puedes encontrar, para mí es algo sospechoso y por eso le da fortaleza a mi creencia de que lo tienes oculto ¿Dónde está Ana?- Pregunta con seriedad, con una postura intimidante- No me ocultes a esa alimaña- Al no escuchar respuestas, gruñe enfadado- No hagas las cosas difíciles Ana ¡¿Dónde está?!-
-No lo sé Marcos, y aunque supiera nunca te lo diría- Ríe a carcajadas- Eres un manojo de sentimientos, maldito niño mimado, te falta valor Marcos, te falta ser un hombre como lo es Caesar - Tras sentir aquella bofetada rie nuevamente- ¿Termine de romper tu fragilidad masculina? No soportas escuchar la verdad, hasta en el sexo te falta valor ¡Sucio y despreciable borrego! El capitán debe de estar revolcando se en su tumba, conociendo al inútil que dejó al mando. Impulsivo de mierda ¡Nos hundiremos todos juntos por tu culpa!-
Sus acciones y palabras le hicieron comprobar su punto, estaba cansado de las humillaciones y la falta de valor que demostraban a su posición como líder. Pronto acabaría toda la deshonra a su persona, ahora era el quien se encargaba de todo y como tal devia ser respetado. Busco en el armario del lugar, luego de sacar gavetas y buscar entre las ropas encontró por fin una podaderas de cortar rosas, sonrió animado. Caminó con firmeza hasta Ana escuchando súplicas e insultos, la indiferencia habitaba en su rostro, tomó la mano derecha de Ana y con un corte rápido corto su dedo miñiqui, lo vio caer al piso y como brotaba la sangre, la observó con resentimiento notando la desesperación en sus ojos. Le complacía saber que por una maldita vaz la tenía bajo su mando.
- ¡Maldito sangano! ¡Hijo de mil putas!- Grito con rabia, sintiendo aquel dolor latente subir por su mano - ¿Te has vuelto loco?-
-Solo te demuestro lo que soy capaz de hacer mi querida Ana, no soy un gusano que puedes pisotear cuando quieras, ahora soy tu superior y como tal debes respetarme y si no es por las buenas entonces tendré que tomar medidas drásticas- La seriedad en su tono era evidente- Una vez más ¿Dónde está Caesar? Piensa de forma sabía tu respuesta, sino, lo próximo que cortaré no será un insignificante dedo-
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Resiliencia
SonstigesJuliet había nacido con la marca de la desgracia, debía persistir y resistir para lograr florecer. Saber manejar los escasos recursos que sus efímeros aliados le brindan como ayuda ¿Podrá Juliet atravesar la guerra conservando la calma? ¿Podrá algui...