Despertó asustada, los latidos de su corazón intentaban romper su caja torácica. Miro a su alrededor intentando adivinar si aún seguía con vida, estaba mareada y tenía arcadas, sentía miedo y quería calmar los pensamientos arrolladores que culminaron su mente. Un fuerte dolor de cabeza taladraba hasta sus oídos, llevó ambas manos para cubrir estos y lograr calmarse. Cerró los ojos y se concentro en neutralizar sus pensamientos. Podía sentir el tacto de sus manos en sus orejas, su corazón latía con fuerza y pensaba en lo sucedido, todo ello significaba que aún vivía, aunque, no sabía lo que había después de la muerte y ni siquiera podía imaginarlo. Sonrió con orgullo pues había cumplido su parte y fue lo suficientemente valiente como para poner su vida en juego, era fuerte y eso nadie se lo podía quitar. Si estaba viva significaba que el doctor la pudo salvar y por lo mismo tanto había podido entrar en aquel lugar, el plan iba en marcha, pronto saldría de aquel nefasto sitio. Su corazón consiguió calmarse y sus pensamientos fluyeron como el agua, estaba un paso más cerca de saber lo que había pasado con su familia, un paso más cerca de ser libre.
La angustia volvió tras sentir unas ásperas manos acariciar sus brazos y luego descender con delicadeza hasta su espalda baja para luego estrecharla de forma acogedora en un cálido abrazo. Contuvo el llanto, conocía el tacto de Marcos aunque no pudiera verlo, reconocía aquel olor fuerte a café amargo y hierbas secas, sin duda alguna era el ¿Qué habrá pensado? Su corazón no pudo evitar estrujarse, el estaba allí a pesar de no ser una buena persona y que todo el tiempo la había tratado de la peor manera, el seguía allí, desde las sombras preocupándose por ella, dudaba en seguir adelante con aquel plan de huida pero no podía retractarse, habían vidas en juego incluyendo la suya. No podía engañarse, ya que Marcos por más que deseara ser ese tipo de persona la cual se preocupa por los demás nunca dejaría de ser el vil mercenario que su padre había criado, no dejaría de ser un asesino.
-¿Por qué lo hiciste Juliet? ¿Qué faltó? Se que no he sido el mejor, pero debo sobrevivir a través de los medios que me dan- Rompió el silencio con preguntas llenas de culpa - No puedo cambiar nada de esto, no puedo seguir cuidándote Juliet, el mundo es cruel y a veces se nos viene encima no obstante debemos ser más fuerte. Te crié con mano dura y de ello debes aprender hacer fuerte-
-Soy más de lo que piensas- Respondió en un susurro refugiada en su pecho- Pero a veces quisiera encontrar una salida a todo esto, de la miseria que me han condenado a vivir- Suspiro cansada- Ellos y tú debieron acabar conmigo cuando lo hicieron con mis padres, no tengo pruebas pero mi instinto me indica que si lo hicieron, que los asesinaron-
-Juliet, esto es lo que nos toca. Aunque no lo creas somos la misma historia pero en diferentes caras de la moneda- Contesta de forma calmada, expresando su sentir por primera vez- Debes conservar la paz en medio de la guerra, ser la flor que florece en la adversidad- Aconsejo- El día de hoy soy yo el que está aquí, en cualquier instante deberé marcharme y si consideras que fui lo peor la otra persona que ocupe mi lugar será el infierno-
Marcos de forma abrupta soltó el cuerpo de Juliet y a su vez se colocó de pies ya que el doctor había irrumpido en la habitación. Con desinterés le hizo un leve gesto con la mano en forma de saludo y se dispuso a salir del lugar. Quería protegerla, su corazón anhelaba ofrecerle las cosas que nunca antes había tenido y que siempre había deseado, pero era imposible. Pensó que moriría y si ella por los mismos sufrimientos que el le había provocado perdía la vida sería algo que nunca se iba a perdonar. Había arrebatado cientos de vidas pero ninguna de ellas se comparaban a una milésima de segundo con la simple existencia de Juliet. Estaba confundido y temía, no sabía que sentimientos abarcaban su corazón e inundaban sus pensamientos, el capitán le había comunicado que era momento de tomar su puesto a la diestra de éste, debía salir y cazar, buscar mercancía para mantener la soberanía de sus negocios, debía ser un hombre cruel y despedazar familias, repetir una y otra vez el ciclo que ya había hecho con su pequeña, quizás en algún momento se volvería valiente y tomaría las mismas acciones que Juliet. Necesitaba desparecer.
ESTÁS LEYENDO
Resiliencia
AléatoireJuliet había nacido con la marca de la desgracia, debía persistir y resistir para lograr florecer. Saber manejar los escasos recursos que sus efímeros aliados le brindan como ayuda ¿Podrá Juliet atravesar la guerra conservando la calma? ¿Podrá algui...