El REY

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NARRADOR ONMICIENTE

—Ten ponte este vestido rápido —le dijo Aarón a Nina dándole un vestido que minutos antes había sacado de una de las tantas fundas que habían cerca del sillón.

—¿para qué?, te dije que ya no me voy a probar nada —exclamó Nina molesta.

—Porque quiero verte con vestido, de prisa tenemos que irnos ahora... —Apenas dijo eso Nina corrió al baño y se cambió rápidamente pensando que quizás era su oportunidad de salir de esa casa.

—Está es la casa del gobernador así que salir será un poco peligroso salir, solo quédate cerca de mi,¿ok? —aseveró Aarón antes de tomar su mano apenas Nina salió del cuarto de baño.

—¿Espera qué?—preguntó totalmente Nina  desconcertada.

—Sí como dije, ahora vamonos —le tomó de la mano sin saber que ella estaba aturdida por aquella aclaración así que ella al principio la soltó, el la miró extrañado y con tranquilidad volvió a tomar su mano solo que está vez ella dejó que lo haga de modo que juntos caminaron hacia la puerta dejando a las sirvientas y a aquel guardia desmayado en el sillón, el abrió la puerta y sigilosamente salieron de aquella habitación, deambularon por el pasillo de antes, justo cuando creían que iban a llegar a la sala de estar porque estaba a unos pasos de nosotros pero....

Aquel hombre que estaba sujetando la mano de Nina de pronto la soltó, se paró en seco haciendo que ella estampe su cara con la gran espalda de el, ella se exasperó y  estaba a punto de gritarle pero el le susurró algo antes que está hablara...

—Vete Nina, anda ¡vete!, Si ella te ve no podremos salir de aquí —susurró Aarón hacia su espalda.

Apenas dijo eso Nina que estaba a su espalda retrocedió algunos pasos y se escondió atrás de una pared, mientras Aarón se adentraba a la sala de estar donde se encontraba su madre.

—¿Mamá?, ¿qué haces aquí? ¿Cuándo llegaste? ¿No se supone que regresabas el lunes?—preguntó Aarón con cierto tono de molestia pero a la vez miedo.

—Si lo sé hijo... pero ayer me encontré con una amiga que venía al país y regresé con ella, ¿porqué?, ¿Acaso te molesta? —preguntó ella sabiendo que esa voz le decía cuando le molesta algo a su hijo.

—No mamá claro que no, ven vamos a platicar a otro lugar...—trató de disimular Aarón.

Mientras Aarón se dirigía hacia la sala contigua dónde estaban los muebles con la mujer elegante que había llegado y algunos guardaespaldas que sostenían muchas cajas y fundas de regalo, Nina se dedicó a ver la escoba por los reflejos de los vidrios, pensando en que gracias a Dios la señora nunca miró hacia dónde venía Aarón junto a ella.

La lógica de Nina le decía que no regresará por ese pasillo y que tampoco se podía quedar ahí parada esperando a que el otro hombre apareciera o alguno de sus guardias, así que rápidamente entró a una de las habitaciones y para su suerte está si abrió, después de entrar sigilosamente y ver qué nadie apareció después de abrirla, la cerró despacio escuchando la conversación de afuera...

—¿Sabes?, Paola se divorcio de su esposo, se que era un sicario pero se veía que el la amaba de verdad, después de todo ella estaba con él nada más y nada menos que por todos sus millones...—dijo la señora chismeando a su hijo, mientras Nina escuchaba atrás de la puerta, esperando que aquel hombre no hablara sobre su escape.

Se quedó un momento escuchando la conversación y sin lugar a dudas el hombre era confiable para ella, en toda la conversación el no dijo nada sobre ella, más bien la señora paso hablando de todas sus amistades.

VENDIDA AL REY (Mafioso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora