Jeonghan || Café & Azúcar

Chapter Twenty

Las rupturas son las peores.

Lo sabes por experiencia: se siente como si todo tu mundo se estuviera desmoronando. Cómo la persona más importante de tu vida que estaba más involucrada se convierte de repente en un extraño. Cómo se pierde no sólo a un amor, sino a un amigo, alguien que era considerado familia.

Entonces, ver a Seokmin volverse abatido y lento, y ser un observador del dolor, es surrealista.

"¿Estás bien?" te inclinas para preguntar.

Los gritos de Jun, la música de Super Smash y los efectos de sonido son fuertes en la sala de estar. Es inusual reunirse un martes por la noche cuando mañana hay clases a temprana hora, pero sabes que todos están reunidos por Seokmin.

Es posible que nadie exprese sus sentimientos sobre la mesa y hable sobre lo que sucedió, pero rápidamente te das cuenta de que todo esto tiene como objetivo actuar como una distracción. No es una sesión de asesoramiento.

Aún así, querrás preguntarle en caso de que quiera hablar de ello.

"Estoy......... bien".

"Si alguna vez quieres hablar de ello, estoy aquí".

"Gracias." Ambos regresan sus ojos a la pantalla donde Jihoon, Jun, Jeonghan y Mingyu están peleando. A veces se gritan y otras se quedan en silencio.

Miras fijamente a Jeonghan, la forma en que sus cejas están fruncidas en concentración, cómo la punta de su lengua se asoma, su nariz arrugada, su cuerpo inclinado con los codos sobre las rodillas, sus antebrazos expuestos y las venas reventadas. Jeonghan parece enojado y se ve jodidamente Hot— "¿Oye, T/N?"

"¿Eh?" Te vuelves hacia Seokmin, esperando que no fuera obvio que estabas salivando por tu novio. "¿S-Sí?"

"¿Yessenia ha dicho algo?" pregunta vacilante y en voz baja. "Sé que tú y ella son cercanas, así que..."

"Ella habló de eso conmigo..." Haces una pausa. Él parece esperar, así que continúas: "Dijo que ustedes rompieron después de muchas discusiones, que parecía que estaban más enojados el uno con el otro que felices y decidieron terminar. Ella no te odia, Seokmin, si eso es lo que quieres preguntar".

El hombre asiente. "Gracias. Dile... dile... no importa. Seokmin suspira. "Me alegro de que ella tenga tu apoyo".

"No es nada", dices con sinceridad. "Confía en mí."

El silencio vuelve a hervir a fuego lento. Pero cuando termina el partido, te lanzas al juego con ellos. Y mientras Seokmin protesta, murmurando que no quiere jugar, Mingyu lo obliga a sostener un control y, naturalmente, él también se une.

Es divertido jugar: Jeonghan y tú secretamente tienen una alianza y forman equipo para aplastar a los demás. Y cuando solo quedan él y tú, Jeonghan te deja ganar. Jun grita que no es justo en absoluto todas las veces, pero tu novio finge ignorancia y dice que eres demasiado buena.

Después de siete rondas más, comienzas a sentir sueño y miras la hora.

"Oh, deberíamos irnos".

Jihoon arquea una ceja. "¿Ustedes dos tienen algún lugar donde ir?"

"Es la hora de acurrucarse".

Mingyu pausa el juego. Todos se dan vuelta para mirar.

Seokmin sonríe. Jihoon sigue desconcertado. "¿Qué diablos es la hora de acurrucarse?"

"¡No es nada!" Jeonghan interviene de repente, con los ojos muy abiertos como plato.

"¿Qué quieres decir con que no es nada?" Se te afloja la mandíbula; ayer mismo dijo que era su parte favorita del día. Te desconcierta que ahora lo niegue rotundamente.