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Te conocí, una vez caminé junto a ti en un sueño.

. . .

La nieve se derritió, al pasar de los días, al pasar de los meses. Los niños crecen, aprenden cosas nuevas, matan una parte de ellos para dejar lugar a nuevas partes que antes no conocían.

La piel de bebé se vuelve cuero.

Padre... ¿Por qué?

Era la pregunta sin respuesta para Kagome Higurashi. Lógicamente aquel cajón de madera descendiendo a la tumba no la iba a responder. Dentro, el señor Higurashi buscaba el descanso eterno.

Un accidente automovilístico le había arrebatado la vida a su padre.
Era demasiado dolor para soportarlo.

Las hojas de cerezo se mecen con el viento de aquella fría mañana. Coloreando de rosa aquella escena gris. Nunca antes una primavera había sido tan pero tan infeliz.

...

Así pasaron otros veranos, otros otoños, otros inviernos y nuevamente la estación de las Flores. La preferida de muchos, de los amigos, del amor. Esa donde el sol sale a iluminar a todos y abrazarlos con su calidez.

Los picnic, los paseos en bicicleta, las risas. Plena etapa de juventud.

Kagome Higurashi había cumplido ya sus quince años. Siendo una señorita mucho más madura para su edad. Priorizando sus estudios antes que las salidas de compras. Sin embargo, eso no quería decir que no tenía vida social. Quizás fuera la perfecta protagonista de novela, ella era amable con todo lo que produciera sombra. Por esa razón, podría ganarse la amistad de cualquiera.

Cualquiera.

─ Clase, presten atención. ─ El profesor de turno se anunció.

Todos los alumnos quedaron en silencio inmediatamente, bien posionados tal cual soldados. Fueron testigos de la entrada gloriosa de alguien quien nunca olvidarán.

─ Él es Doragon Sesshomaru. Un estudiante de intercambio que por razones excepcionales nos acompañará este semestre en nuestra clase. ─ Terminó por explicar.

Un joven incluso más alto que él estaba firmemente a su lado. Expuesto ante el alumnado.
Estoico como si de una estatua de cera se tratase.
El alumnado estaba enmudecido por su presencia y razones sobraban.
No sólo en la apariencia divina del nuevo compañero, si no tambien, ma evidente edad más avanzada que poseía.

Nadie de quince años media un metro ochenta, al menos nadie que conocieran. Las razones expecionales que no fueron especificadas por el profesor de biología solo podrían significar pocas opciones; el joven Doragon era un niño rico educado en casa o había sido expulsado de su instituto anterior.

La juventud puede perderse al jugar a ser jueces sobre los demás.

Mientras tanto, Kagome estaba segura de que había visto o interactuado con esa persona antes. ¡Era un hecho! Solo debía memorizar, de donde, cuando, como.

...

─ ¡No puedo creer que ese chico tan guapo sea de nuestra clase! ─ Yuka casi se desmaya de la emoción.

─ Él es muy serio. ─ Ayumi, en cambio, lucía algo escéptica respecto al tema.

─ ¡Eso es lo que lo hace guapo! ─ Confirmó Eri.

─ ¿Realmente podríamos llamarlo chico? Es casi un señor. ─ Se preguntó Ayumi.

─ Kagome... estás muy callada. ─ Yuka se percató.

─ ¿Eh? ─ La mencionada reaccionó.

Era su grupo de amigas cercanas, conversaban durante el almuerzo. Mientras que era evidente de la joven Higurashi no era parte de la conversación. Estaba mejor enfocada en tratando de recordarlo.
Sentía que debía acercarse a él, oh, habían pasado algún buen tiempo y mucho había cambiado desde entonces.

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⏰ Última actualización: Sep 22, 2023 ⏰

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