Alone •Chloe Angst•

×2×

Querido diario.

Te estarás preguntando de cómo me fue el primer día de clases, pues...

Fue una mierda.

Todos los alumnos me reconocieron como "la dictadora malvada de París" y me empezaron a abuchear.

Yo solo di una sonrisa fingida, pero por dentro estaba triste por los insultos y abucheos que recibía.

No pude hacer ni un solo amigo.

Lo intenté con varios de mis compañeros, pero todos me ignoraron.

Aunque no los culpó, lo que hice fue bastante imperdonable y es normal que no me vayan a perdonar tan fácil.

Los maestros ni se digan.

La mayoría son bastante exigentes y fríos al nivel de mi antigua profesora de química, Mendeleiev.

No me sorprende para nada, así son los profesores de las escuelas privadas.

Ya con lo mal que lo he pasado en el primer día, ya no quiero seguir yendo al instituto.

Pero mi madre le importa un carajo mi estado de ánimo, no quiere que nuestra fama se vaya a la mierda.

Tuve una discusión fuerte con ella acerca de ese tema, pero lo que hacía es enfadarla todavía más, en vez de hacerla entrar en razón.

Hasta que me castigó sin almorzar y me encerré en mi habitación sin verla el resto de la tarde.

Solo estuve llorando en la cama, mientras abrazaba a mi osito de peluche que era el único que me entendía.

Sí, puede sonar muy cursi, ya que a esa edad no debería seguir teniendo un peluche.

Pero me hacía quitar toda la tristeza que tenía acumulada.

Me acuerdo que ese osito me lo regaló mi ex padre cuando cumplí los 5 años.

Siempre fue mi amigo de toda mi triste infancia cuando estaba sola.

Ahora estoy más sola que antes y lo tengo siempre en mi habitación para que me acompañé.

Planeaba hacerme amigos por Internet creándome un perfil anónimo, pero me lo estoy pensando.

No quiero que descubran quién soy y que más personas me odien.

Sé que tengo a mi osito y a ti, diario.

Pero detesto estar sola, quiero por lo menos tener un amigo, ya sea por Internet o en la vida real.

Debo de mostrarle al mundo que he cambiado y ya no soy la Chloe egoísta y mimada...

Tengo que dejar de escribir, estoy empezando a tener sueño y es mejor que me vaya a dormir.

Muchas gracias por escucharme, querido diario.

Se despide, Chloe Bourgeois.