Park JiMin jamás imagino que su vida cambiaría de un día para otro, nadie pudo haberle advertido lo que vendría después de la muerte. Nadie podría haberle dicho que un día despertaría como el villano de su libro favorito, eso simplemente era imposib...
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— Gracias - murmuró JiMin con una sonrisa y YoonGi no pudo evitar desviar su mirada
— Fue una petición de tu parte, no podía negarme - explicó un poco avergonzado
— Aún así, te agradezco. No sabíamos donde meter a los sospechosos, la mayoría somos vigilados y solo aquí, en la mansión Min, parece que no están - explicó con alegría porque era cierto, la mansión Min era la más segura
— Sí, porque después de mi secuestro, mis padres se deshicieron de todos aquellos que fueran sospechosos - explicó con pesar - Por eso me cuesta salir, aquí me siento seguro
— Yo también - murmuró - A pesar de que los sirvientes en casa han hecho un buen trabajo manteniendo mi seguridad como prioridad, aún así me siento más seguro aquí
— Entiendo eso - asintió YoonGi - Pero ahora, tu tío incluso nos ha pedido ayuda para limpiar la mansión
— Sí, lo preocupe demasiado - suspiró con tristeza - Me alegra saber que él me apoya - sonrió
— Quienes estén en tu contra, es porque han perdido la cabeza - señaló YoonGi sin una pizca de duda mientras tomaba de manera tímida la mano de JiMin que estaba sobre la mesa
Ambos se habían quedado en silencio en ese momento, simplemente se veían con pequeñas sonrisas en los rostros, no querían hablar y romper el momento lindo que estaban viviendo. Nadie en el ducado Min se atrevería a romper el armonioso ambiente entre la pareja, ni siquiera los duques a pesar de que ambos estaban deseosos de poder hablar con JiMin otra vez.
Sin embargo, había asuntos que necesitaban la atención de ambos y eso era algo que no podían dejar de lado por el momento.
— Jóvenes - los llamó el mayordomo haciendo una reverencia e inmediatamente ambos se separaron - El médico ha quitado cualquier cosa que pudiera llevar al suicidio de los sospechosos, están listos para ser interrogados
— Está bien, guíame - pidió YoonGi con una mirada decidida
— Seré el próximo duque - comenzó a explicar - Aunque me es difícil estar entre multitudes, soy fuerte y puedo con esto. Debo mostrarme fuerte ante mi pueblo para que ellos me sigan y para que no se sientan desprotegidos. Al principio me era difícil hablar con las personas, pero lo único que se me daba bien era fingir ser un tirano para que me temieran y se alejaran. Con los secuestradores eso era lo que les molestaba, que no parecía asustarme a pesar de lo que me hacían. Creo que soy buen actor - bromeó con una pequeña sonrisa avergonzada
— Fuiste muy fuerte y lo hiciste muy bien, YoonGi - halago JiMin mientras se levantaba para abrazarlo - Vamos, te acompañaré
