Capítulo IX: Pruebas

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JiMin bebía de su taza de té mientras esperaba a que llegaran los demás, habían pasado unos cuantos días desde la visita inesperada de YoonGi

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JiMin bebía de su taza de té mientras esperaba a que llegaran los demás, habían pasado unos cuantos días desde la visita inesperada de YoonGi. Eso le había ayudado a comenzar a pensar con la cabeza fría, ahora no era momento de tener un quiebre mental, ahora era el momento de idear un plan para desmantelar la fachada que mantenía tanto el Emperador como el segundo príncipe y la reina, por supuesto.

SeokJin era el primer hijo del emperador, nacido de la unión entre el emperador y la emperatriz. Sin embargo, el emperador poco tiempo después llevó a su amante al palacio y la convirtió en reina. De esa unión nació el segundo hijo del emperador, el más amado por obvias razones.

La emperatriz enfermó y murió algunos años atrás. SeokJin fue el primero en dudar si su madre en verdad había muerto por enfermedad o tal vez por otra razón. Todos los demás nobles, en especial las cuatro familias ducales, desaprobaron la decisión del emperador de convertir a la reina en emperatriz y, por eso, hasta ahora seguía con el título de reina.

Algunas personas, que no fueran los nobles con más poder, podrían pensar en la situación del emperador como una historia romántica. Una en la que el emperador se enamoró de una humilde sirvienta hija de nobles caídos, a pesar de la maldad de la emperatriz y de los múltiples intentos de separarlos, ambos lograron salir adelante y amarse.

Aún ahora veían al príncipe SeokJin como si fuera alguien malo que solo odiaba a la familia de su padre y su madrastra junto a su hermano menor eran las víctimas al sentir el constante rechazo del príncipe.

Las cuatro familias ducales apoyaban al primer príncipe SeokJin, mientras que algunos otros nobles se mantienen neutros y otros tantos apoyaban al segundo príncipe, sabían que si apoyaban al lado correcto, sus posiciones seguirán como hasta ahora.

Entre los sueños y recuerdos que había tenido, había alguien que le daba una cierta hierba, prometiendo darle más después, pero que debía seguir cuidándose. También estaba la jefa de sirvientas en esos recuerdos, siempre diciéndole que estaba en peligro, que debía cuidarse, que debía defenderse.

Entre simples conjeturas, pudo llegar a la conclusión de que esas personas alimentaban su paranoia, querían volverlo loco para que hiciera cosas peores cada vez, de esa manera con el tiempo podrían deshacerse de él y, por consiguiente, del ducado Park.

Además de eso, también había tenido recuerdos de sus padres, ellos siempre estaban con él, dándole amor y siempre advirtiendo que no debía confiar ciegamente en cualquier persona, porque no todas eran buenas. Le parecía curioso que incluso sus padres en Corea, se parecieran mucho a sus padres en ese lugar, cada vez estaba más dudoso sobre sí él era otra persona diferente al JiMin en ese lugar o si ambos podrían ser la misma persona.

No tenía respuesta para eso aún, pero tampoco quería pensarlo demasiado, porque eso no le serviría por el momento.


Villano - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora