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- Ya tienes mejor cara - informa mi madre y yo mantengo mi mirada fija en el techo de mi habitación - ¿quieres contarme lo que ha pasado?, Argia ha dicho que te has encontrado mal de repente y que no te habías separado de ella en ningún momento.

- Eso fue lo que pasó - aseguro mientras intento convencerme a mi misma para terminar de borrar lo que queda de la voz de esa mujer de mi cabeza - siento, que no hayamos podido encontrar esa planta mamá.

- No te preocupes por eso - responde antes de besar mi frente y yo fijo mi mirada en la cadena que cuelga de su cuello adornada con una pequeña llave que a penas se ve - intenta descansar ¿vale cariño?, mañana tienes que volver a clase y no quiero que estés cansada para entonces.

- Si mama, buenas noches - susurro como puedo mientras ella sale de mi habitación apagando con ella la luz de esta, la cual continua siendo iluminada por la luna y yo suspiro levantándome perezosa para terminar de cerrar la persina mientras no dejo de pensar en esa mujer - ¿de qué llaves estaría hablando?, joder creo que me estoy volviendo loca antes de lo que creía.

- ¿Tú también la has visto no? - escucho su voz y yo le tiro lo primero que pillo a la cabeza - menos mal que cuando te hablo de espaldas siempre me fallan los reflejos, que sino ya me habrías matado unas 200 veces.

- Pero tú, ¿cómo mierda has entrado ahora? - reprocho antes de suspirar y negar con mi cabeza - además, ni se te ocurra quejarte que eres tú siempre quien intenta asustarme cada vez que tiene la portunidad, porque se aburre como mono unineuronal que eres.

- A la ya me he llevado el insulto del día y yo que creia que hoy me libraba - protesta y yo ruedo los ojos antes de volver a sentarme en la cama - ¿qué tal estás?, Argia me ha dicho que la hebeis liado bien en el bosque cuando te ha mandado tu madre a por lo que sea.

- Habrá sido una baja de tensión o de azúcar o algo de eso ya sabes que es algo normal en mi - comento como si nada y él asiente mientras me mira dudoso - estoy bien Unai, no hacía falta que te pegaras este viaje solo para saber como estoy, cuando hay algo que se llama teléfono móvil que no sé si te sonara.

- Oye no hago nada en condiciones si me preocupo por ti, soy un idiota por venir para ver que ha pasado, no llego a venir y mañana me estáis crucificando entre Argia y tú - bromea y yo sonrío levemente mientras sigue con sus intentos de gestos de indignación - me voy a ir antes de que a tu madre le de por subir y al final me crucifiquen de verdad que yo no debería estar por aquí y a estas horas.

- Mandame un mensaje cuando llegues a tu casa anda.

12 LlavesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora