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Pov's Tom kaulitz

-¿Que te pasa inútil? ¿Crees que
puedes liberarte de mi así de fácil?!- exclame, furioso con el chico que tenía en frente mientras le jalaba el cabello.

-J-Jefe, por favor déjeme ir, deme dos días y le juro que le pago todo el dinero que le debo!- exclamo ahora el, quien lloraba por el dolor que le estaba causando el que yo le jalara su cabello.

-No idiota! ¡Te di dos putos años para que me pagaras los Tres mil Dólares! ¿¡Crees que no he visto como vas a bares y solo coges con perras y compras licor!?- grite, para después darle un golpe con mis nudillos, tan fuerte que empezaron a botar sangre, mientras que John, el chico que tenía en frente, le sangraba la nariz.

-T-Te puedo dar a mi novia de pago, así me dejas ir?- propuso con su voz entrecortada, mientras me veía a los ojos.

Frunci el ceño.

-De que hablas estupido?- pregunte, aun con mis cejas arrugadas.

-T-te p-puedo dar a mi novia para que sea tuya, pero me tienes que d-dejar ir, prometo que no es fea..- declaró nervioso, con miedo a que me fuera a molestar.

Eso no es mala idea, una perra más para la colección, las que tengo ya no me dan el placer que necesito. Alguien nueva no me vendría mal. Todas mis perras las comparto con mi gemelo bill, no creo que sea una excepción.

-Como se llama tu EX novia, eh?- pregunte burlesco, entonando la palabra "ex"

-S-se llama Sofia...Sofia Jones.- confesó, aún nervioso, bueno, mala idea no es.

-Acepto- dije, soltando el agarre que tenia en su cabello, este soltó un suspiro de alivio. -Donde esta ella ahora?-

-Ella esta en mi casa...si es que no ha salido, si no sabes donde es puedo-

-Cállate- ordené, y este lo hizo - se todo sobre ti, quédate aquí, mis hombres te cuidarán. Hasta que no tenga a esa mujer en mis manos, tu no sales de aquí.

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Me encontraba fuera de la casa de John, en busca de la chica que me había dado a cambio de su libertad, que descarado es.

Mis perros estaban viendo si la casa están segura, y si solamente ella habitaba en esta. No queríamos matar a alguien en una residencia donde hay gente.

Usualmente, cuando me ven o escuchan mi nombre, suelen temer sus vidas, pero hay algunas perras que se me acercan para que las coja, a bastantes las traigo locas.

-Tom, no hay nadie más, solo ella.- informó Alex, Quien es uno de mis hombres más fieles, al igual que Danilo -Es hermosa, realmente - confeso alex, alzando sus cejas, solo a el y a Danilo les permitía llamarme por mi nombre, los demás me llamaban jefe

-Dile a danilo que se baje del otro auto, me acompañarán a entrar.- ordene, este asintió y se fue en busca de Danilo

Me bajé del auto dispuesto a entrar en la casa, Danilo y Alex estaban en mis costados, mientras caminábamos hacia la puerta. Como no somos delicados, Danilo disparó la manilla de la puerta, y fácilmente entramos a la casa.

-Quienes son ustedes- pregunto la chica alterada, con un cuchillo la mano, es más hermosa de lo que pensé...no la compartiré con mi hermano.

ladee mi cabeza hacia mis espalderos, estos hicieron un movimiento rápido y tomaron a la chica en sus manos, haciendo que suelte el arma que tenía en su mano.

-SUELTENME!- grito está, aún alterada y con su cabello en su cara por haberse revolcado, mi personal empezó a tomarla más fuerte

-Tu descarado novio John tenía una deuda conmigo, y me dijo que te tomara a ti a cambio de su libertad.- me acerque a ella y la tome bruscamente de la mandíbula -Que opinas, muñeca?-

-No te creo Tom!!- Grito está, viéndome a los ojos. Al parecer me conoce. -el no se metería con alguien como tú!!-

-No te di permiso de que me llames por mi nombre, niña tonta- solte burlesco, viéndo sus ojos.

-Y como quieres que te llame idiota?- exclamo, viéndome a los ojos. Corte el contacto visual que teníamos ambos, no estoy para estupideces.

-Desde ahora soy su jefe, te irás conmigo.- hice un ademán con mi cabeza y Danilo le dio un pequeño golpe, para toda la fuerza que tiene..

basto para que mi perra nueva cayera al suelo, y ellos poder cargarla y llevarla a su auto.

ahora será mía.

Danilo y Alex montaron a mi nueva perra al auto, y nos la llevamos para la mansión en la cual yo vivía junto con más de mis hombres guardaespaldas, no confío en ninguno. Volviendo al tema, la niña tonta aún seguía desmayada, ni que el golpe allá sido tan fuerte.

Alex la llevaba cargando, era tan hermosa...me servirá mucho para mi negocio de bar, me pagarán mucho dinero por ella, debo aprovecharla. De igual forma, no la vendere a tan poco dinero, tiene buen cuerpo.

Alex bajó junto conmigo a un sótano, y antes de que despertara la agarramos con una silla y la atamos. Esta aún estaba desmayada, que dramática, de broma y Danilo le tocó un pelo y parece muerta, que estupida.
Luego de esto, apagamos las luces del sótano y la dejamos ahí, sola, yo tenía otras cosas más importantes que hacer.

-Hermanito mío!- Saludo mi gemelo Bill, poniendo una de sus manos en mi hombro.

-Que cuentas, bill- salude serio, viéndolo fijamente esperando que me dijera que necesitaba

-Necesito secuestrar a alguien, me ayudas?- confesó este, regalandome una sonrisa, cosa que no hacía con nadie más.

volteé los ojos y lo miré.

-Vamos.- respondí serio, provocando otra sonrisa falsa de parte de bill, este me tomó del brazo haciendo que lo siga. ¿Que se cree? yo soy el jefe, a mi me tienen que seguir, no yo seguir a otros.

-A ver bill, yo mando aquí- solté serio, bill solo giró los ojos -Yo manejo, quítate.-

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-¡CÁLLATE!- gritó mi hermano bill, para después darle un golpe al señor un poco mayor, que estaba atado a una silla, yo solo estaba cruzado de brazos.

-N-no, pero, ¿Por qué quieres a mi hija? llévame a mi!- propuso el señor, quien me veía con miedo. Tiene suerte que no soy yo el que lo está torturando.

Mi Gemelo sacó una navaja y la empezó a pasar por la mejilla del señor, haciendo cortes no tan profundos, el señor gritaba del dolor.

-No creas que no sé que eres un drogadicto, imbecil de mierda, ¡Solo golpeas a tu hija!- esta vez, hizo un movimiento más rápido, y corto más profundo la cara del viejo.

-B-BASTA PORFAVOR- Se revolcó el señor desesperado por que lo soltaran, sonrei burlesco ante la escena, cuando vi a una chica llegar

-Que está p-pasando..- dijo la chica, supongo que la hija del señor a quien mi hermano estaba torturando.

Vi a la chica detalladamente, es Bonita, pero no tanto como mi nueva perra, desde que la vi a ella no veo a las mujeres tan atractivas. Será de momento.
Ella también me miraba, pude ver que en su forro de celular tenía una foto mía, y otra de mi hermano bill. A diferencia de que la mia tenía un corazón y la de mi hermano no.

Esta me miró coqueta, yo le frunci el ceño ante su acto, que le pasa, ni que ella decidiera si puede estar conmigo o no.

PARADISE IN HELL | Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora