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Quiero agradecerles de antemano el apoyo que me han estado brindando, estoy muy feliz por los votos que me han estado dando, al igual con las lecturas. Muchas gracias por su apoyo, les prometo que daré lo mejor para que la historia quede lo mejor posible, gracias.

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La castaña abrió los ojos, y me vio con los brazos cruzados, sus ojos estaban con pocas lágrimas, estaba llorando del placer. Me acerque a ella para confirmar si estaba llorando, y si lo estaba.

—Como quisiera haber sido sofia...así hubiésemos podido follar todos los días, ella no tuvo que haberte dejado, es una estupida.— al escuchar su última palabra, solté un golpe seco en su cara, para después con el mismo destornillador de mi hermano, desencadenarla

Mi ira se estaba haciendo grande, ¿Como se atrevía a llamarla así? La jale por el cabello y empecé a arrastrarla aun así desnuda, no me importó nada.
Mi hermano de casualidad también estaba arrastrando a la pelirroja desnuda, pero por los brazos.

—¿¡Como le dijiste a Sofía, eh?!— la acorrale contra la pared, mientras apretaba sus muñecas con fuerza. Danilo solo espectaba lo que yo y mi hermano hacíamos

—¿¡Acaso no es verdad?! ¡Es una ridícula horrorosa!— me gritó esta sin ningún miedo, danilo me pasó un cuchillo que había agarrado cuando esta empezó a hablar, sabía que diría algo malo.

Me lanzo el cuchillo, y lo tomé por la parte de plástico. Ella empezó a negar con su cabeza mientras veía el cuchillo.

—¡No, no, perdón!— se disculpó, pero ya yo estaba de color rojo, hasta sentia que botaba fuego

—¡Callate estupida!— apuñale su cuello, haciendo que esta se ahogara con su sangre, y fuera cayendo poco a poco al piso, mientras que con su mano que no estaba lastimada, intentaba no botar tanta sangre.

—¡¡¡Nooo!!!— Grito la pelirroja, cuando mi hermano le metió un golpe, y después con un revólver le apunto justo a un ojo, haciendo que se saliera de su lugar, y saliera rodando. Quien sabe hasta dónde se fue ese ojo.


...

Eran ya como las seis de la tarde, el señor que controlaría mi negocio se supone que debería de estar aquí en 30 minutos. Me dijo que traería a su hija por que quería que yo la conociera. ¿A mi que me importa su hija?

Me empecé a cambiar, me puse una camisa negra un tanto pegada, y un pantalón de mezclilla flojo como es de esperarse. De zapatos unos blancos, y una chaqueta de color negro. Bastante normal, no me voy a vestir de traje.

Mi teléfono empezó a vibrar, me estaba llamando el señor Smith, tomé mi teléfono y le contesté al instante.

—Ya voy en camino para allá señor kaulitz, por favor este pendiente.— me dijo sin si quiera saludar, corto la llamada dejándome con la palabra, ¿Que le pasa? si quisiera ya estuviera muerto.

Mi personal ya había arreglado toda la sala presentable, con algunas copas y una botella de champán junto con algo de vino.
La empleada que cocinaba, había preparado spaghetti con una salsa blanca, creo que se llama bechamel, y carne molida. No sé por qué no hizo una comida típica de aquí en vez de una de Italia, por que esa comida es italiana, pero bueno, comida es comida.

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⏰ Última actualización: Dec 04, 2023 ⏰

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PARADISE IN HELL | Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora