17

60 4 0
                                    

Pov's Tom Kaulitz

-¡Hijos de puta! ¿¡No pueden hacer guardia ni una puta hora!? ¡Mierda!- regañe a mis hombres quienes estaban sentados en un sofá grande, cabizbajos.

-¡Les pagamos tanto para nada! ¡Ya se murieron dos de nosotros!- regaño igualmente mi hermano bill, estaba siendo invadido por la furia, al igual que yo, estábamos molestos al nivel mil.

Sofía y yo no habíamos roto la promesa, yo encontraría a esa mocosa sea como sea, ya llevaba nueve horas secuestrada, toda la mierda que le podrían hacer estando allá, no me quiero ni imaginar lo que le podrían hacer... no quiero que sufra...

Mi hermano me había comentado que sentía lo mismo que yo, remordimiento, odio, preocupación, y el peor sentimiento para nosotros, que era la venganza. casi nunca nos vengabamos, solo cuando lo sentíamos necesario. Y claramente, este era el momento, haríamos picadillo a esos hijos de perra.

-Bill, llamaré a Mario, el sabe de computación, puede rastrear en donde estan...solo con el numero de Eker, ¿Lo tienes verdad?- Bill asintió a lo que le dije, tomo su teléfono y me pasó el contacto

-Es ese, yo llamaré a Carlos, el nos ayudará a invadir mejor la casa, aunque sea un viejo mafioso ya retirado, sigue teniendo a los suyos.- ladeo la cabeza, los dos teníamos los ojos apagados, solo habíamos pasado nueve horas sin nuestras chicas, y literalmente ya no nos sentíamos tan de buen humor.

De hecho, estabamos de MUY mal humor.
Llame a Mario, me dijo que vendría a la casa, que llegaría en unos veinte minutos, al pasar el rato llego, me pidió una de mis laptop y le di la que mejor funcionaba, o sea, la laptop más cara que compré, para encontrar a mi mocosa más rápido...y bueno, a la perra de mi hermano.

Este en unas cuantas páginas en las que se metió, pudo encontrar rápidamente donde estaba el hombre, pero había un problema, y muy grande.
Por una extraña razón, habían muchas casas con esa misma dirección, y todas, absolutamente todas eran iguales.

¿A que puta mierda esta jugando este idiota?

No la había encontrado aún, pero movería cielo, mar y tierra, para encontrar a mi niña.

Pov's Sofía Jones

Nos habían mantenido encerrada todo el día, no nos habían dado comida, solo un huevo cocido. Mi entrepierna dolía, mi intimidad dolia, aún sangraba un poco, pero solo cuando hacía movimientos bruscos, aunque no quitaba el hecho de que me doliera. Estefanía estaba totalmente igual que yo, su vagina también sangraba, solo cuando se movía fuerte, queriendo soltarse del agarre.

Mis piernas temblaban, a pesar de estar sentada, seguían temblando, me dolía absolutamente todo el cuerpo.

Llegaron dos hombres que no conocíamos, y cerraron la puerta con seguro. Estefania y yo nos miramos con miedo, y luego volvimos a mirar a los hombres

-Yo quiero a esta- me apunto un hombre pelirojo, ojos miel, y cuerpo bien trabajado, con algunos tatuajes en su brazo

-Yo me quedo con esta- vio a Estefania, nosotras aún seguíamos en las mismas camas que la noche anterior, amarradas de manos.

Volvieron a amarrar nuestras piernas, quedando así abiertas, ya sabia lo que iba a pasar.

El pelirojo se acercó hacia mi, y rompió mi camisa, viéndo mi piercing en el ombligo, paso la lengua en todo mi abdomen, y después, llego al brasier, lo rompió al igual que mi camisa, dejando ver mis grandes tetas.

-Mierda, si que estás rica...- dijo este, tocando mis tetas suavemente y haciéndole masaje, no me gustaba, me incomodaba, demasiado.

Movia mi cuerpo intentando soltar sus caricias, pero este se me quedaba viendo embobado.
Voltee a ver a Estefania, ella estaba con las piernas abiertas, y la cara del chico en su intimidad, le estaba chupando.

PARADISE IN HELL | Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora