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Estoy actualizando demasiado tarde, pido disculpas.

Habran escenas con sangre, contenido explicito y "sensible", capítulo largo. Ya estamos cerca del final, esperemos que no sea tan feo.

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Tom se encontraba sentado en el sillón de la casa, estaba con su hermano bill, junto a unas copas con vino dentro de ellas, Los gemelos estaban en un sillón, juntos, y las dos chicas se encontraban en otro sillón aparte, frente al de ellos, juntas. Quedando frente a frente los cuatro jóvenes.

—Tenemos que decirles algo muy...importante— mencionó bill, jugando con sus manos, nervioso. Lo que el menos quería era llegar a esta parte. —Lo que pasa es...— Hizo una pausa, para el era difícil.

Tom se dio cuenta que su hermano no podía hablar, viendo cómo jugaba con sus manos, dio el la delantera —Lo que pasa es que queremos llevarlas a la ciudad de California, hacia un apartamento que tenemos allá— se recostó del sofá, seguro de lo que decía, pero por otro lado, con dolor en su pecho.

—¿Por que?— preguntaba ahora sofia, cruzándose de brazos, y frunciendo el ceño, confusa, mientras veía a los dos gemelos con nerviosismo notable, con Tom no tanto, pero el hecho de que ella lo conociera tanto, podría darse cuenta de todo aquel sentimiento que tuviera el de trenzas.

—Por que...dejaron salir a Elias de la cárcel, y no queremos que las vuelvan a...secuestrar, pero, nosotros cuando acabemos con el volveremos con ustedes— mintió bill, provocando que Tom se rasque su nariz, eso era algo que los tenemos tenían, cuando bill mentía, Tom se rascaba la nariz, y cuando el anterior mencionado decía algo que no era cierto, bill se rascaba en el mismo lugar.

—¡Ay que lindos!— Una sonrisa falsa apareció en el rostro de Estefania, no confiada, claramente no era cierto lo que ellos decían. Por otro lado, la pelinegra no estaba muy confiada de lo que los gemelos proponían —No estoy de acuerdo.— soltó segura

—No estoy de acuerdo, ¿simplemente no podemos ayudar? o bueno, ¿No puedo ayudar?— hablo Sofía por ella sola, ya que sabía que Estefania no era como que sabía pelear muy bien, era evidente con solo ver sus movimientos.

—Vamos a la habitación— los gemelos hablaron en unísono, tomando a las dos chicas de los brazos, y llevándolas a sus respectivos cuartos.

Tom agarraba a Sofía de los brazos con brusquedad, sintiéndose mal por hacerlo, pero, tendría que hacer algo para de alguna manera hacerla perder interés, y que así, no le duela tanto el hecho de tener que alejarse.

Subieron las escaleras, y finalmente llegaron a la habitación, con quejidos provenientes de la pelinegra, por lo fuerte que Tom agarraba su brazo. El anterior mencionado cerró la puerta de la habitación de un portazo, resonando por todo el cuarto, haciendo un leve eco

—¿Por que no estas de acuerdo con lo que te dije?— pregunto con cara de molesto, el no lo estaba, pero quería hacer algo para que ella no se sintiera mal por alejarse de el, y que en parte se sintiera feliz por haberlo alejado.

—Por que quiero ayudarte, yo sé pelear, puedo combatir con Elias— segura de si misma, respondió a la pregunta de Tom, mientras lo veía fijamente a los ojos, dándole a entender que mentira no era.

—¡No te estoy preguntando si te quieres quedar o no, es que te vas a ir y punto, quiero lo mejor para ti!— lo ultimo salió de más en la boca de Tom, el no quería decirle nada lindo en ese momento, solo quería hacer que ella ya no lo quisiera.

PARADISE IN HELL | Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora