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Pov's Sofia Jones

Desperte en un sótano, a oscuras. Lo único que puedo recordar es que estaba en la casa de mi novio cuando de la nada vino el mafioso más temido de los Ángeles a secuestrarme, que vida más linda la mía.

Luego no se que paso, simplemente aparecí aquí, no veo absolutamente nada, lo único que puedo ver es una ventana a lo lejos, y justo al lado tiene una puerta.
Se que estoy atada, ya que no me puedo mover. De todas maneras, estoy agradecida de que Tom kaulitz me allá secuestrado, mi novio se la pasaba golpeándome, me maltrataba psicológicamente, verbalmente, no me dejaba salir, y llegaba super tarde a la casa. No creo que aquí sea una excepción con los golpes, eso me aterra, pero ya estoy acostumbrada al dolor.

Había pasado más de una hora ahí, no sabia que hacer, no tenía un celular o algo para distraerme, tampoco es como si pudiera mover mis manos, estaba toda atada.
Pude apreciar que bajo la puerta habían unos zapatos, mi corazón empezó a acelerarse, latir muy rápido, y empecé a temblar levemente, conociéndome, seguro los insulte, me van a golpear hasta matarme, probablemente.

La puerta se abrió.

—Vaya, vaya, vaya, Sofia...como te has estado portando?— pregunto el chico de trenzas, mientras me miraba con sus ojos que estaban sin brillo, sin emociones, solo se miraba frialdad y maldad, no había nada que se pueda apreciar en ellos, solo su color.

—Que quieres de mi— Hablé con mi mayor esfuerzo de no tartamudear, con el nerviosismo que tenía, era casi imposible.

—Te quiero a ti, me darás buenos billetes— sonrió falsamente, burlándose de mi, mientras me miraba fijamente a los ojos

—P-piensas vend-derme?— pregunte con miedo, mi vida cada vez se vuelve peor, no pudieron escoger a otra persona

—Así es muñeca— sonrio de vuelta, pero esta vez me miraba como si fuera un objeto, como si solo me quisiera de momento, y claro, sabiendo que el tenia tantas por detrás solo por ser guapo.

Lo admito, si es guapo, pero que asesine personas lo cambia todo, aunque no sepa la razón de su matanza.
No le respondí a lo que me dijo, simplemente lo ignore y rompí el contacto visual, sus ojos te atrapaban, podías quedarte horas viéndolos, Quizás por que es un loco.

—Alex te llevará a mi habitación, cuidado con tocar todo lo que veas, al lado izquierdo de mi cama hay un clóset, ahí está tu ropa, la tomamos de la casa de tu ex novio, no te pondrás tu ropa, te pondrás lo que esta encima de mi cama, quiero que estes lista para las ocho de la noche.— informó el de trenzas, aun serio, sacando una caja de cigarro y encendiéndolo.

—Lo que digas, idiota— respondí de mala manera, dándole una mala mirada

este bufó para luego soltar una risa burlesca, y salir de la habitación.

Dos de sus hombres me tomaron de los brazos bruscamente, yo pataleaba para que me soltaran, ¿Simplemente no podían decirme dónde quedaba la habitación?

subimos unas escaleras hasta llegar a una puerta blanca con una manilla dorada, abrieron la puerta y me soltaron dentro de la habitacion de mi secuestrador.

Entre a la habitacion, lo primero que pude ver eran armas, armas de buena calidad, se veía que si las tocabas ya te morias.
Vi la cama, era una cama súper ordenada y limpia, la funda era blanca y la sábana rojo pasión, junto con algunas perlas doradas incrustadas en la tela, se veía super lujoso todo.

Arriba de ella, había una lencería de color negro, siempre me ponía eso para dormir, es cómodo, pero solo para mi sola, el saber que otra persona me vea con eso es incómodo.

PARADISE IN HELL | Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora