Capitulo 7

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¿Sabéis esa sensación horrorosa cuando la vista se empieza a nublar y tu respiración se acelera?

Pues a mi me da pánico estar en ella.

Y ahora mismo me encontraba así.

Para poneros en contexto:

Ayer se fueron todos los chicos del Barça, yo me iba un día después del hotel, así que hoy estuve todo el día sola.

Por la mañana me levanté y como no tenía hambre me fui directamente al gimnasio para hacer algo productivo.

Luego de salir del gym del hotel me llamó Alejandro.

¿Que cojones quería ese ahora?

Que mierda quieres, Alejandro.—pregunté enfadada.

Vuelve conmigo, lo necesito.—suplicó.—Noe, yo te amo.

—Si tanto me amaras entenderías porque te he dejado y me dejarías en paz.—le colgué y bloqueé en todos lados.

Dios, ahora iba a volverme a poner a llorar.

Joder cuanto lo quería.

¿Porque siempre me pasaba eso?

Siempre me iba con el que sé que era un capullo, pero yo pensaba que podia hacerlo cambiar por mi. ¿Podía ser más tonta?

La siguiente parte del día me la pasé llorando y sobrepensando en mi habitación.

Hasta ahora, que estaba por ir al aeropuerto.

Solamente que había un inconveniente, no había comido en todo el dia.

Al salir del taxi que me llevaba al aeropuerto empecé a sentir como mis fuerzas iban disminuyendo, pero no le di importancia, pensé que sería porque estaria más cansada de lo normal.

Pero entonces la vista se me comenzó a nublar.

Entré en pánico así que pagué rápido al conductor del coche y me fui hacia dentro del aeropuerto.

Bueno, intenté ir, porque lo único que recordaba fue ver todo en negro y despertarme en una camilla.

—¿Que cojones?.—dije sobándome la cabeza e incorporándome.

Hola, soy Mila. Soy doctora de urgencias. Ahora mismo estás en una ambulancia del aeropuerto. Te has desmayado por falta de azúcar en la sangre. ¿Has comido algo hoy?.—preguntó en inglés la chica que estaba enfrente mío.

Hoy no he comido nada, se me pasó totalmente.—dije sincera.

Era verdad, no había comido nada. No porque no quisiese sino porque no me había acordado, estaba más ocupada llorando por mi ex.

La chica me dio una barrita energética y me sonrió.

Tu vuelo está apunto de salir, te recomiendo que vayas ya hacia la puerta.—dijo.

Mierda, el vuelo, no me acordaba.

Gracias por todo, adiós, que pases buen día.—me despedí y me fui corriendo hacia dentro.

Una vez hice todas las movidas para llegar a la puerta de embarque me puse a hacer cola en esta.

En el viaje no había mucha gente ya que era entre semana y era un viaje bastante corto, así que no hizo falta cogerme un billete business.

El viaje fue de más o menos una hora y media, y si soy sincera, me pase todo el rato dormida, así que se me pasó mucho más rápido.

Luego de bajar del avión y coger mi maleta llamé a un taxi para que me llevase al hotel.

En Los Angeles.-Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora