Capítulo 3 - La Junta Directiva

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Emily estaba en la habitación de hotel de Lisa hablando de sus opciones. Lisa tomaría control de la empresa de su madre mientras ella permanecía en el hospital. Emily todavía no estaba lista de tomar esa gran responsabilidad. Además, la persona que estaba amenazando el futuro de su familia era nada más que la madre de su hija. Al tomar ella el control Jennie tal vez sabría que su plan no le resultaría tan fácil. Al pensar que Jennie había logrado hacer que la familia entrara en pánico hacía que su mandíbula se tensara al recordar la escena en su oficina de ayer y una vez más su sangre hirvió ante el recuerdo de una Jennie, arrogante lanzándole palabras frías y amenazadoras. Lisa soltó la mano de Emily y regresó al balcón de su habitación. Contemplando a través de la lluvia el horizonte de la ciudad concurrida de Seoul. Lisa pensó que su reencuentro con Jennie sería distinto. Ella todavía la amaba y la deciaba con cada fibra de su piel. Por cinco años Jennie planeó su retorcida venganza en contra de su familia. Sus labios se curvaron en señal de burla ante el pensamiento de la cara de Jennie, viéndola con odio. "¿Por qué está tratando de destruirnos?" Emily se acercó a Lisa. "¿Por qué Jennie está haciendo esto? No entiendo sus motivos para hacer esto, esto es muy confuso".


Lisa tenía que buscar una solución a este irritante problema. Una cosa era muy segura y era que tenía que encontrar la manera de recuperar esas acciones. Incluso si eso significaba rebajarse al mismo nivel sórdido y clandestino que usó Jennie para adquirir las acciones de la empresa de su familia. "¿Debería ir y hablar con ella?" Preguntó Emily. "Podría intentar razonar con ella de alguna manera. ¿Qué piensas?" La cara fría de Jennie y su forma de hablar surgió por su mente y se estremeció. Sólo Dios sabía lo que le haría a su hermana si ella acudía a ella. No dejaría pasar que también humillara a su hermana de la misma manera que lo había hecho con ella. "Esa no es una buena idea, Emily". Respondió Lisa, pasando una mano por su cabello despeinado. Lisa todavía tenía puesta su pijama y se sentía muy cansada. Vio su reflejo en el espejo y se encogió de hombros. ¡Mierda! Pensó Lisa, haciendo una mueca una vez más. Parecía muy cansada y sus ojeras eran muy evidentes. Mientras, Emily lucía perfecta con pantalones color canela y una blusa de seda blanca. Su cabello rubio cortado con destreza en una elegante sacudida que enmarcaba su rostro ovalado. En este momento, su hermana le estaba frunciendo el ceño confundido. "¿Por qué?" Preguntó cruzándose de brazos y con expresión desafiante. "Es a mí a quien quiere castigar, así que no te preocupes. Yo voy a solucionar esto".


Emily ve a su hermana detenidamente. "Lisa, ¿Has pensado en ver a Ella? ¿Jennie te va dejar verla?" Lisa voltea a ver a su hermana. "No creo que Jennie quiera que la vea. pero se dónde está. ¿En cuánto terminé lo que tengo que hacer hoy? Voy a tratar de razonar con Jennie. Pero ¿Si me niega el acceso a mi hija? Igual la voy a ver. Se que a Jennie no le va a gustar, pero yo necesito ver a mi hija antes de regresar a New York". El teléfono de Lisa sonó y caminó hasta la mesa de café, cogió el teléfono y leyó el mensaje de texto. "¡Maldita sea!" Maldijo entre dientes, mirando su reloj. Nueve cuarenta y cinco de la mañana. El mensaje era de la asistente de su madre que le recordaba la reunión de emergencia de la junta directiva que se llevaría dentro de quince minutos. Lisa lo había olvidado por completo. Apenas podía darse una ducha y tenía algunos minutos para vestirse y dirigirse a la sala de conferencias. "¿Qué pasa?" Preguntó Emily, viendo a Lisa moverse presa del pánico. Lisa se detuvo de camino al baño y le lanzó una rápida mirada. "Tengo que apresurarme o llegaré tarde a la reunión de la junta directiva". Diez minutos más tarde, con el cabello húmedo y revuelto, buscó en su armario el primer conjunto que pudo encontrar para seguidamente salir de su suite.




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Jennie estudió detenidamente los rostros de las personas reunidas alrededor de la mesa de conferencias y sonrió para sí ante la incomodidad y la hostilidad claramente escrita en sus caras. Su mirada se dirigió a los tres asientos vacíos en el extremo opuesto de ella y miró su reloj con el ceño fruncido. Las diez y quince y todavía no había señales de la formidable señorita Manoban. Qué irónico que la misma mujer que en una ocasión la avía regañado por llegar tarde, después de tener que esperar en línea para comprar su maldito café. Fuera ahora la misma mujer culpable del mismo delito. Se reclinó en su silla y se preguntó qué excusa daría por llegar tarde. ¿Un amante tal vez? La imagen de Lisa totalmente desnuda tendida con los brazos abiertos en su cama, su piel blanca y suave enrojecida por la lujuria después de hacer el amor, vino a su mente y sintió un movimiento en su estómago. Jennie sacudió la cabeza para aclarar esa imagen fuera de su mente. Lisa Manoban y ella avían terminado. Su relación ahora sólo sería de trabajo y no le daría el placer de poder llevarla de nuevo a la cama. Por más que siguiera atraída a ella y su cuerpo traicionero continuará reaccionando fácilmente ante su presencia. La puerta de la sala de conferencias se abrió y el objeto mismo de sus pensamientos entró corriendo como una neblina rosada. Levantó una ceja al ver su cabello castaño ondulado todavía húmedo y el traje rosa ridículamente brillante que llevaba puesto le molestó. Su ceño se frunció mordiendo el interior de su mejilla con enojo al verla tan desaliñada.

El Fantasma De Mi Pasado (2) // JENLISA (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora