El Fantasma De Mi Pasado (2) // JENLISA (G!P)

Capítulo 48 - El Villano De Su Historia

Tae tenía su postura rígida por la tensión y el miedo. "Déjame explicarte". Lisa continuó, con otra risa. "Yun, estuvo feliz de decirnos lo cercanos que eran, al punto de intercambiar secretos e información que no era de su incumbencia. Información que ella sentía que pertenecía al público e incluso tuvo la delicadeza de compartir dicha información en los tabloides, exponiendo la seguridad de mi hija y fotos en momentos privados con mi mujer. Así que, perdóname Tae... Pero te lo preguntaré una vez más". Lisa endureció su voz, todo rastro de humor desapareció. Caminó hasta el sofá y se inclinó sobre él, su mirada disparaba como dagas frías. "¿Sabes quién carajo es Yun Putney?". "¡Sí! Es mi ex esposa" Taehyung respondió y sus ojos se dispararon a Jennie quien tenía lágrimas en sus ojos. "Lo siento mucho... Lo siento... Te juro que no sabía que ella iba a... Lo juro, Jennie, por favor... Cuando me enteré del artículo me enojé mucho y le dije que parara... Pero ella dijo que tú habías arruinado nuestra relación".

Taehyung se puso de pie y se dirigió hacia Jennie. "Perdóname, perdóname... Cuando supe que te habían secuestrado supe que había cometido un error. Le reclamé y me dijo que necesitabas una lección... Por favor, por favor..." Jennie jadeo con asombro y se volvió hacia Lisa, que se había puesto tan pálida como ella. "¿Qué dijiste?", Lisa se abalanzó sobre él, agarrando su camisa en un puño. "¿Yun, fue quien ayudo a mi hermano con tu ayuda?", Taehyung nunca dejó de ver a Jennie quien permanecía callada mirándolo con asombro lleno de lágrimas. "Yo nunca pensé que ella usaría la información que le di para hacerte daño. Jennie, tienes que creerme. Te lo juro". "¿No querías?" Lisa escuchó a Jennie susurrar sobre la histeria de Taehyung. Sus ojos reflejaban un dolor inimaginable, ella ansiaba abrazarla y consolarla en esos momentos. Las lágrimas corrían libremente por sus mejillas mientras miraba a su amigo con decepción. Taehyung se soltó del agarre de Lisa y volvió acercarse a Jennie tomando sus brazos con sus manos.

"Estaba muy enojado Jennie. Ella se había burlado de mí, por seguir enamorado de alguien que me había traicionado follando a una persona al azar y te embarazo". Taehyung apuntó con su dedo índice a Lisa quien lo miraba con odio en sus ojos. "Eso simplemente pasó Tae. Tú y yo ya habíamos terminado cuando conocí a Lisa, y tú me fuiste infiel en muchas ocasiones. ¿Qué tipo de amor era ese?". Su voz sonó seca alejando sus manos de ella. "¡MIERDA! Debiste haber venido a mí y decirme cómo te sentías. Jennie, yo siempre te respeté y nunca te toqué. Pero también fui débil e inmaduro. Joder, Jennie, éramos amigos. Tú y yo estábamos enamorados, pero me remplazaste en una noche. ¿Cuándo me dijiste que estabas embarazada? Me rompiste el corazón de tal manera que me tuve que ir lejos para superar tu traición". Taehyung acarició las mejillas de Jennie con sus dedos. Lisa intervino con frialdad e ira en sus ojos. "No vuelvas a tocarla frente a mí". Taehyung la miró con odio caminando hacia la cocina en busca de algo que tomar. "¡Eres una perra maldita!". "Ya me lo habían dicho". Lisa no hizo caso al insulto, lo que le valió una mirada altiva.

Jennie pasó junto a Lisa sin querer seguir más en ese lugar y se dirigió hacia la puerta. "Yo... Necesito un poco de aire, necesito salir, no puedo quedarme aquí más tiempo". Jennie salió por la puerta antes de que ambos pudieran reaccionar. Con una maldición ahogada Lisa fue tras ella. La alcanzó en el pasillo, le rodeó la cintura con un brazo y la atrajo hacia su cuerpo. "Perdóname amor" susurró, su aliento abanicaba los mechones de cabello alrededor de su oreja, su otra mano ahuecó la base de su cuello, queriendo ofrecer consuelo, pero ella sacudió la cabeza, evitando sus ojos. "Vámonos a casa, por favor". Lisa asintió aflojando su agarre, pero solo para poder tomarle la cara con ambas manos y capturar su boca con la suya, rozando sus labios con los suyos hasta que con un suave gemido, se abrió para ella, envolviendo sus manos alrededor de su cuello. Sus lenguas se enredaron en un baile que las hizo que ambas respiraran con dificultad, esforzándose por más. Las manos de Lisa dejaron su rostro para acercarla más, hasta que cada centímetro de su cuerpo estuvo pegado a ella.