El Fantasma De Mi Pasado (2) // JENLISA (G!P)

Capítulo 34 - Pensamientos Traicioneros

Jennie entró al hotel con tres de sus abogados pisándole los talones. Le dio una mirada a los reporteros que abarrotaban la entrada principal del hotel, causando que se le revolviera el estómago. Dentro del vestíbulo, la primera persona que vio fue a uno de los abogados de los Hoteles Manoban. "¡Señorita Kim!", La voz de John sonó a lo lejos y se dirigió directamente en su dirección. Jennie se detuvo y puso una sonrisa en su rostro, notando la expresión de felicidad en el hombre mayor. "Buenos días John", saludó inclinándose para darle un estrecho de manos y continuó a saludar a sus abogados dirigiéndolos a un ascensor que los llevaría hacia la oficina de conferencias. "¿Cómo estuvo su viaje?", preguntó John con una sonrisa. "muy bien, gracias". Respondió Jennie y su sonrisa se desvaneció casi de inmediato cuando los familiares sentimientos de culpa y preocupación la invadieron. ¡Mierda! Ella sabía que reunirse con Emily a las espaldas de Lisa le causaría un problema más tarde cuando ella se enterara.

Pero Emily le había pedido discreción. Forzando su expresión a volver a ser neutral, con calma permitió que John les guiase hacia la oficina donde Emily los estaba esperando. Una vez que entraron a la oficina Jennie y sus abogados saludaron a los presentes. Mediavez estuvieron todos sentados. Jennie se inclinó hacia adelante. "¿Qué pasa Emily? ¿Por qué no has firmado nuestro acuerdo?, y ¿qué están haciendo esos reporteros afuera del hotel?", preguntó frunciendo el señor. "Necesito que nos dejen solas". La voz de Emily salió mucho más aguda de lo que pretendía y hizo una mueca dejando que todos salieran. Emily estuvo en silencio durante varios minutos observando a Jennie. "Mi hermano Bambam es un maldito animal". Emily finalmente habló, y su tono era breve. "Yo siempre pensé que él nunca lastimaría a una mujer, intencionalmente o de otra manera. Pero es mi hermano, es mi sangre... ¿Como puedo aceptar eso?".

Jennie comenzó a fastidiarse imaginándose el rumbo que tomaría esa conversación y dejó escapar un fuerte gemido. "Mi hermano cometió un grave error y espero que pague por todo lo que te hizo. La ley caerá sobre su cabeza de eso puedes estar segura". Emily suspiró hondo. "No te voy a mentir Jennie. Cuando supe de ti, no me inspiraste ninguna confianza y pensé que eras una de esas mujeres que tomarías provecho de ser la madre de la hija de Lisa. Además, mi madre nunca te quiso para ella". Emily tomó una pausa y Jennie sintió que se enfriaba, ante esas palabras, borrando por completo cualquier resto de calidez que quedara en su interior. Definitivamente Emily era el mismo tipo de persona que Chitthip Manoban. Pero era la hermana de Lisa y tendría que aprender a soportar a su familia, porque estaba enamorada y nadie la podría separar de ella nunca más. Jennie todavía recordaba las crueles palabras de Chitthip Manoban una semana antes que muriera. Ante ese humillante recuerdo sus manos agarraron el borde del mango de la silla, con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron blancos.

Esta sería la tercera vez que un miembro de la familia Manoban la llamara oportunista ventajosa... Con diferentes descripciones, por supuesto. Jennie no sabía qué le dolía más: las palabras de la madre de Lisa o el hecho de que ella solo se había sentado en su oficina y le permitió humillarla sin decir una sola palabra. A la semana después la noticia de su muerte le causó tormento porque como fuera, ella siempre quiso lo mejor para Lisa y al final de sus palabras humillantes se avía dado cuenta que ella la amaba y por más que la humillara, eso no cambiaría ese echo. Jennie, había arriesgado su compañía sólo para demostrar la autenticidad de sus sentimientos y no tenía intenciones de sacar ninguna ventaja del nombre Manoban. Maldita sea... Su hija era una Manoban, pero se negaba a cambiar su apellido y nunca aceptó algún tipo de manutención para que no la acusaran de aprovechada. ¿Qué más querían? Si, Emily Manoban era buena. Tan buena como Chitthip Manoban, que siempre se llevaría la corona en humillarla. Jennie necesitaría un trago después de esa reunión si tenía que escuchar que la humillara y no decir una sola palabra.