Capitulo 13 - ¿Qué tanto confías en tus amistades?

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No es que estuviera hambrienta de sexo, ni mucho menos para desear a Lisa tanto como lo hacía, pensó Jennie mientras escogía su atuendo antes de entrar a la ducha. El agua humeante ayudó a aliviar el dolor de cabeza y a calmar los músculos que no sabía que estaban tensos. Jennie recordó la noche apasionada con Lisa en su yate. Las sensaciones que sentía al pensar en esa noche, le estaban ocasionando una falta de concentración en su trabajo. Envuelta en una toalla, salió de su baño justo cuando sonó un golpe en la puerta. "Pasa Ella". Jennie gritó. Probablemente era Ella que venía a saludarla como todas las mañanas. Se paró en medio de su dormitorio, secándose el cabello con una toalla cuando se abrió la puerta. "Bueno. Debo decir que esta es una vista muy sexy". Jennie saltó en estado de shock ante la voz. Se giró para mirar hacia la puerta, con los ojos abiertos con asombro. Lisa estaba enmarcada en la puerta, con una sonrisa engreída en su rostro incluso mientras sus ojos recorrían su cuerpo con una mirada lenta y lánguida encendió las mejillas de Jennie. "¿Qué diablos estás haciendo en mi dormitorio?" Preguntó una vez que la sorpresa de verla allí se había desvanecido un poco. "¿Quién te dejó subir?".

Las comisuras de los labios de Lisa se curvaron en una sonrisa divertida. "¿No estás feliz de verme gatito?" Dijo apoyándose contra la puerta con los brazos cruzados sobre su pecho. Los ojos de Jennie se sintieron atraídos por lo que estaba viendo. "Es una pena, esperaba una bienvenida más cálida". Jennie apretó los dientes con frustración y el dolor de cabeza volvió con toda su fuerza. Rápidamente caminó hacia la puerta cerrándola y se alejó de ella. "¡Ella puede escucharte, Lisa!. ¿Por qué no vas atormentar a alguien más?". Jennie no quería que su hija pensara que estaba intentando seducir a Lisa, porque eso sería absurdo. Lisa estaba vestida con ropa de gimnasia, pantalones deportivos grises sobre una camiseta blanca ajustada que abrazaba su cuerpo como una segunda piel, dándole una vista sin obstáculos de sus músculos bien tonificados y abdominales perfectamente esculpidos. El cabello de Jennie estaba un poco revuelto y húmedo por su ducha reciente. Para Lisa la mujer frente a ella simplemente era un regalo del cielo para el sexo. "¿Por qué estás aquí Lisa?" Jennie pregunto de nuevo apretando sus dientes. Lisa se sonrió, entrando con paso lento en la habitación y se detuvo a unos pasos de ella. Sus ojos recorrieron su lujoso interior. "Bonita tu habitación, me gusta". "¡Lisa!" espetó Jennie, ya al límite de su paciencia.

"Dime qué estás haciendo aquí o lárgate. Hoy no estoy de humor para tus juegos". "Bueno, eso no fue lo que me dijiste cuando querías que te...". "¡Cállate, Lisa!" Lisa sonrió y caminó hacia su mesita de noche y tomó una foto de Jennie con Ella en el Eiffel Tower. Un sentimiento de melancolía recorrió su cuerpo provocando que sus ojos se nublaran. Jennie solo observó sus movimientos mientras se sentaba en su cama poniendo la foto de regreso a su lugar. Ella trazó la palma de su mano sobre su suave almohada y se recostó sobré ella poniendo sus manos detrás de su cabeza. La nueva posición le ofrecía una mejor vista de las piernas desnudas de Jennie y no pretendió apartar su mirada de ella. "Voy a llevar a Ella a la escuela y todavía no me has dicho porque nuestra hija tiene cinco guardaespaldas Jennie". A pesar de la actitud tranquila que mostraba Lisa sonaba consternada por el acontecimiento. Jennie se recordó a sí misma que debía ser honesta con Lisa y lo más pronto que supiera la identidad de la persona detrás del reporte exponiendo su relación sería mejor. "¿Qué tanto confías en tus amistades?". Preguntó Jennie si darle más vueltas al asunto. "¿De qué hablas, porque me preguntas eso?" Lisa se sentó de nuevo observando como Jennie la miraba con curiosidad parándose frente a ella con los brazos en la cintura. "Semanas atrás tuve una conversación muy interesante con cierto editor de un periódico amarillista y descubrí información bastante útil sobre una fuente misteriosa".

Su interés se despertó, con curiosidad claramente escrita en todo su rostro. "No estoy entendiendo Jennie. Explica". "Alguien filtró fotos de mi saliendo del Hotel Manoban en la madrugada". Lisa se puso de pie mirando a Jennie alarmada con lo que esto podría significar. "Lisa, el reportero escribió un artículo sobre nuestra relación y como Ella fue concebida. Ellos dijeron que Ella es tu hija bastarda y futura heredera de la fortuna Manoban en cuanto la reconozcas como tu hija". Los ojos de Lisa se abrieron como dos platos llenos de furia y odio. "¿Pero qué me estás diciendo Jennie? ¿Porqué no me llamaste cuando pasó esto?". Jennie observó la furia en los ojos de Lisa y se estremeció. Lisa parecía querer matar a alguien y con mucha razón a hora estaba segura de haber echo lo correcto en dejarla fuera en el momento qué pasó. ¿Si ella había estado a apunto de romperle la cara a Chang? Lisa, no hubiera tenido ningún diálogo con el. "Todo está bajo control. El artículo fue retratado pero aún así, por su protección decidí contratar mas seguridad. Eso me da un poco de paz". Lisa abrazó a Jennie y murmuró a su oído. "Jennie tú no estás sola". Lisa soltó su abrazo y miró fijamente Jennie. "Ella también es mi hija y debiste haberme informado cuando pasó esto".

Jennie estudió a Lisa durante un minuto completo y vio una genuina preocupación. "Lisa voy a preguntar de nuevo ¿Qué tanto confías en tus amigos?". La pregunta atravesó por ella ¿Qué tendría que ver sus amigos con esto? Ella se preguntó. "¿No entiendo tu pregunta?". "¿Tus amigos?". repitió Jennie, con un tono teñido de impaciencia. "¿Confías en ellos?". "¿Qué tiene eso que...". "Alguien contacto al periódico Lisa." Jennie interrumpió con impaciencia. "Alguien que afirmó ser cercano a ti y dijo que conocía suficientes detalles personales sobre ti y tu familia. Problemas recientes como lo que pasó con tu madre". "¡Maldita sea!" Lisa jadeó, la sorpresa la recorrió ante sus palabras. "¿Te dijo quién fue?" "¿El nombre Yun Putney significa algo para ti?". Aún aturdida por la noticia, Lisa mentalmente revisó una lista de todos sus amigos, pero el nombre no apareció. Ni siquiera conocía a alguien que se llamara Yun, aunque tendría que revisar su lista de contactos para comprobarlo. "N-no estoy muy segura." Dijo, pasándose una mano por el cabello con exasperación. "La única persona a la que le he contado sobre esa noche además de mi familia es Seulgi, y no creo que ella haría tal cosa". Su boca se torció en una sonrisa burlona. "¿Y por qué no?" Lisa la miró furiosa, enojada porque se atrevió a dudar de sus palabras. "Conozco a Seulgi desde hace mucho tiempo, desde la escuela secundaria, para tu información y ella es completamente digna de confianza. Confió mi vida en sus manos". "Qué conmovedor." Jennie se burló, claramente incrédula. "¿Puedes leer la mente de las personas y sus negras intenciones entonces?".

"No." Ella replicó, apenas aferrándose a su ira. "No puedo, pero ¡Es Seulgi... Mi mejor amiga! Nunca haria algo tan malicioso encontra de mi o nuestra hija". La manija de la puerta sonó y se oyó la voz apagada de Ella. "¿Mamá? ¿Qué está pasando ahí?". Jennie maldijo en voz baja. Miró fijamente la puerta. Jennie gimió. Genial, ahora su hija probablemente pensaría que nada bueno estaba pasando encerrada en su habitación con Lisa y todavía no estaba lista para explicar esa situación a pesar que ya sabía algo al respecto. Simplemente genial. Jennie abrió la puerta y se encontró con la mirada acusadora de su hija. La mirada curiosa de Ella recorrió a Jennie, notando que todavía estaba desnuda con su toalla alrededor de su cuerpo y el cabello desordenado. Sus labios se estrecharon. "Mamá ¿Qué está pasando". "Lisa y yo estábamos hablando" Exclamó Jennie, con el rostro ardiendo de vergüenza. Se volvió para mirar a Lisa y le pidió con los ojos que respaldara su afirmación. "Es estrictamente de negocios". Para su disgusto. "Si tú lo dices". Murmuró Lisa acomodando su ropa. Los labios de Jennie se partieron en una sonrisa nerviosa. ¡El completo descaro! Jennie apretó los puños, luchando contra el impulso de querer derribar a Lisa en ese momento. Ella entrecerró sus ojos y su mirada prometía que tendría muchas preguntas. Su sonrisa se hizo más amplia cuando cambió su mirada hacia Lisa "¡Eomma, ya estoy lista!".

"Dame un minuto más, tengo que decirle algo a tu mamá." Dijo con una suave risa. Ella salió cerrando la puerta detrás de ella. Lisa camino hacia Jennie y su mano rozó su mejilla, con una expresión ilegible en su rostro. Después de un momento la soltó y pasó por la puerta, consumiendo la distancia. Jennie se quedó clavada en la puerta, mirando su espalda mientras se alejaba, su mente era un revoltijo de pensamientos. Lisa se detuvo y se volvió. "Despeja tu agenda este sábado, Jennie. Te voy a llevar a cenar para hablar detalladamente sobre esta misteriosa Yun Putney". "¿Qué dijiste?" "Ya me escuchaste Jennie, voy a pasar por ti a las ocho de la noche." Jennie le lanzó una mirada de odio a lo largo del pasillo. "Ya tengo planes para el sábado". Lisa se acercó, dándole una sonrisa segura. "Cancela esos planes, Jennie". Lisa le dio un beso y se dio la vuelta por el pasillo. "Y no trates de escaparte de nuevo" Su voz se apagó cuando desapareció hacia la sala. "¿Pero quién se cree para ordenarme?". Jennie murmuró en el aire.



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El Fantasma De Mi Pasado (2) // JENLISA (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora