Only Her [TAENNIE]

03

JENNIE

Mi respuesta inmediata fue sí, ¿por qué no?

Mi respuesta tardía fue no, no te conozco.

No conocía a Taehyung excepto por su nombre y que habíamos pasado las últimas tres horas juntos con su rostro a cinco centímetros de mí. También sabía que no hubo un momento en el que él me hubiera hecho sentir incómoda, lo cual consideré una bendición considerando los últimos tatuadores que había visto.

¿Fue suficiente para subirse a un auto con él y permitirle llevarme a casa?

Seguramente no.

"No importa", murmuró Taehyung, quitándose el guante y tirándolo a la basura. "Lo siento— eh...eso fue muy—"

"Esta bien", lo interrumpí, dándole una sonrisa que con suerte le mostraría que estaba agradecida por su oferta. "Me salvarías". Demasiado.

El próximo autobús llegaría al cabo de una hora y la parada estaba a veinte minutos a pie de mi apartamento. Habría tomado mi auto, pero estaba en el taller arreglando un montón de cosas a las que no les presté atención. Y me dolía el costado, mucho más de lo que pensaba.

Siempre podía tomar un taxi, pero eso parecía mucho menos divertido.

Miré la envoltura de plástico, sintiéndome feliz y orgullosa de que todo hubiera terminado. Me encantó. Taehyung hizo un trabajo increíble, no solo con el tatuaje sino también asegurándose de que estuviera bien durante toda la sesión.

Definitivamente fue una experiencia de cinco estrellas y no estaba preparada para que terminara.

Me miró y su mano se detuvo en el dobladillo del guante que aún no se había quitado. "Oh, ¿estás segura? No me importa, sólo estoy preguntando—"

Me reí entre dientes, asintiendo con la cabeza. "Sí. Podemos hacer eso. Gracias".

"Está bien", dijo Taehyung, con una pequeña sonrisa apenas adornando sus labios. "Dame cinco minutos para limpiar aquí y luego nos iremos".

"No hay problema", murmuré, sentándome de nuevo y sacando mi teléfono del bolsillo. "Esperaré."

Taehyung asintió y volvió a deshacerse de la basura. No lo miré, aunque todo me gritaba que lo mirara. Se había quitado las gafas y las usó para echarse el cabello hacia atrás, mostrando sus ojos oscuros y sus pestañas más oscuras. Tatuajes negros recorrían sus brazos, bajaban hasta sus manos y con nuestra proximidad, noté el tatuaje detrás de su oreja.

Revisé mis notificaciones y borré el mensaje de mi padre holgazán que buscaba dinero por enésima vez. Me burlé, sin permitirle arruinar el estado de ánimo en el que estaba. Mi padre era un... personaje, seguro.

Estuvo presente durante mi infancia, pero no realmente presente. Un mero personaje de fondo que no tenía papeles importantes además de existir. Tan pronto como comencé a trabajar, él comenzó a acercarse más a mí. Me molestó, pero no dejé que dictara cómo vivía mi vida.

Había otro mensaje de uno de mis ex novios con quien no había hablado en más de un año.

'Jennie, estoy en la ciudad por unos días. ¿Vienes al partido del sábado? '

Joder, no. Bloqueé el número sin molestarme en contestar. Aunque debería haber enviado un 'No quiero volver a ver tu cara de idiota'.

Pensé en desbloquearlo sólo por eso, pero decidí no hacerlo. No sentí nada hacía Kai: ni remordimiento ni resentimiento, incluso después de que me engañó con su terapeuta deportivo. No tenía sentimientos hacia él, y no responderle transmitiría ese punto mucho mejor que arremeter.