Only Her [TAENNIE]

23

JENNIE

Estaba dolorida.

Más dolorida que nunca y me encantó.

Mientras caminaba por el campus, traté de no pensar en el dolor sordo en mis músculos por todas las posiciones impías en las que Tae me tuvo.

Probablemente debería haberme estirado antes. Imagínate, pensé. Todavía estaba drogada por la noche, siendo constantemente adorada con imágenes recurrentes del cuerpo de Taehyung y lo bien que se veía encima de mí.

Todavía no puedo superarlo.

Fue una noche que recordaría para siempre y quería que sucediera una y otra vez. Lo quería más que antes. Experimentar todo lo que Taehyung me hizo me mostró exactamente cuánto me había estado perdiendo y mentiría si dijera que no era absolutamente adicto. ¿Dónde está? Lo quiero.

Solté una pequeña risa para mis adentros, frunciendo los labios cuando me di cuenta de lo ridículo que era extrañarlo después de estar lejos de él solo medio día.

¿Qué diablos me hizo?

Caminé por el ascensor y me di la vuelta, mirando hacia las puertas mientras presionaba el botón que conducía a la biblioteca. Necesitaba estudiar y la biblioteca era el único lugar que realmente me hacía sentir capaz.

Estar en mi apartamento significaba que mi cama era la mayor tentación y después de que todas mis clases terminaron, decidí que intentaría ser bueno y estudiar para un próximo examen. Fue difícil.

Mi mente todavía estaba fijada en Taehyung y todo lo que tenía para ofrecerme. ¿Cómo se suponía que iba a mirar pantallas y páginas llenas de pequeñas palabras cuando todo lo que quería era llamarlo y repetir lo de la noche anterior?

Respiré profundamente, obligándome a ganar un poco de fuerza para superar la necesidad de regresar a casa y tomar una siesta. Yo debería. No, esa es una mala idea. Yo debería.

Mi debate interno no duró mucho.

La puerta de cristal del ascensor se abrió, revelando la biblioteca victoriana que contenía libros más antiguos que el edificio mismo. Solo verlo hizo que mis hombros se hundieran en señal de derrota.

Miré a mi alrededor, buscando rostros familiares que quería evitar.

Sana estaba sentada en una mesa redonda, con los codos apoyados en la mesa mientras leía las palabras de un folleto que tenía en las manos. Sana me agradaba, pero ella era irritantemente persistente con la presión para unirse a uno de los clubes del campus.

Justo cuando estaba a punto de apartar la mirada de ella, su cabeza se levanto de golpe

Los brillantes ojos azules de Sana se encontraron con los míos antes de que sus labios formaran una sonrisa. Casi sentí que mi alma abandonaba mi cuerpo cuando ella me hizo señas con entusiasmo.

Suspirando para mis adentros, me dirigí a la mesa en la que ella estaba sentada.

"¡Jennie!", Chillo, ampliamente cuando dejó su volante sobre la mesa de roble. "Ven a conocer a mi nuevo amigo".

¿Amigo?

Pasé junto a una estantería y me acerqué a Sana, que no podía dejar de sonreír. Cuando vi al amigo del que hablaba, sentí que mi corazón se hundía. Tae.

Estaba sentado frente a Sana, con una expresión de molestia plasmada en sus rasgos. Cuando levantó la cabeza y me vio, el ceño desapareció, sólo para ser reemplazado por una sonrisa que me mostró sus hoyuelos.