Capítulo XXII

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Apenas llevábamos unas semanas instalados en el campamento, los demás campistas comenzaron a llegar. Las clases ya habían acabado en Estados Unidos, y el campamento se había llenado como usualmente lo hace durante vacaciones de verano. Los juegos de captura la bandera se habían vuelto más interesantes por esto.
Me había olvidado de traer la planta que les prometí a mis hermanos, pero parece que no lo recordaron, solo lo hizo Violeta, pero no dijo nada.

Este año habían llegado pocos semidioses nuevos. Cada vez los monstruos eran más difíciles de evadir, y los pocos campistas que acaban aquí, llegaban heridos. Era tal el grado que Quirón recurrió a mandar a semidioses a ayudar. Cole ya había sido enviado a buscar a una semidiosa que resultó ser hija de Demeter. Por suerte, Ethan no sería enviado a ninguna misión, todavía era muy pequeño. Pero yo no me salvé. Quirón me había citado en su oficina en la Casa Grande, y allí también estaba Dominik.
Durante el año, Nik se había hecho un cambio de look. Se había dejado crecer sus cabellos castaños alborotados y ahora casi llegaban a su barbilla. También parece que se ejercitó más. Se veía muy bien.
El punto es, Quirón nos había citado en su oficina porque Nik y yo iríamos en búsqueda de un semidiós a la mañana siguiente. Nos dijo que la última vez que el sátiro encargado de él lo vio, fue cerca de la costa con muchos monstruos cerca. Nosotros iríamos a ayudarlo.

...

—Mándame un mensaje Iris si algo ocurre, ¿sí?
—No es como que puedas salir del campamento a buscarme, Ethan.
—Lo sé —respondió—. Pero puedo mandar ayuda.
—Está bien. Lo haré.
Nos dimos un último abrazo y me acerqué a Cole.
—Debería ir con ustedes —dijo Cole.
—No nos tardaremos —afirmé—. Si Ethan llega a hacer algo me avisas, ¿vale?
—Vale...

Nik ya me esperaba en la entrada al campamento. Llevaba consigo una mochila repleta de cosas que podíamos llegar a necesitar. Muy previsor de su parte.
—Bueno... —me despedí—. Nos vemos en unos días.
—Adiós... —se despidieron ambos.
Me acerqué a Nik y salimos del campamento.

Ethan no quería que fuera, le daba miedo que no regresara. Incluso a mí me daba miedo, pero no iba a decirlo frente a él.

...

Llevábamos casi un día completo de búsqueda. Seguíamos caminando por el bosque hasta que llegamos a una pequeño pueblo por la tarde casi noche. Me recordaba mucho al pueblo en la que habíamos ayudado a Kira y a Max a escapar de la estampida de minotauros. También habíamos robado un autobús.
Qué tiempos.
—¿Nik? ¿Eileen? —preguntó una voz—. ¿Son ustedes?
Volteamos. Era Bemus, el mismo sátiro que nos llevó al campamento hace ya tantos años.
—¡Bemus! —saludó Nik y fue a darle un abrazo—. ¿Tú estás a cargo de buscar al chico?
—Sí —respondió—. Pero parece que después de llevarlos a ustedes al campamento no he tenido mucha suerte.
—Que bueno volver a verte —le di un corto abrazo—. ¿Dónde lo viste por última vez?
—Por allá —apuntó unas calles abajo—. Cada que me le acerco parece que me huye.
—Empecemos por allí entonces —dijo Nik.
Comenzamos a caminar en la dirección que Bemus había apuntado.
—¿Qué sabes de él, Bemus? —le pregunté.
—Poco, la verdad —respondió—. Se ve que huyó de casa y va vagando por las calles solo. Me sorprende que ningún monstruo haya intentado actuar aún, pero siempre están cerca. Los siento.
—¿Sabes su nombre? —preguntó Nik y Bemus negó.
—¿Crees que sepa que es mestizo? —pregunté.
—No cr-
Bemus calló repentinamente. Un chico pasó caminando puente nuestro. Se veía de mi edad, pero era muchísimo más alto, incluso más que Cole. Era rubio y un poco bronceado. En su mano jugueteaba con... ¿una varita?
Una vez se alejó, Bemus habló de nuevo.
—Es él.

...

Ya se había vuelto de noche. No habíamos podido acercarnos a él en toda la tarde. Por suerte, él se pasaba la noche durmiendo en una de las bancas del parque del pueblo. Yo iría con él y le hablaría.
Me había ofrecido, pensaba que si me acercaba con él y comenzaba la conversación con algo relacionado a la varita mágica que tenía, tendría más chances de que viniera con nosotros al campamento.

La Hija de Demeter en Hogwarts Donde viven las historias. Descúbrelo ahora