La hermosa sensación de satisfacción seguía revoloteando en su pecho, casi con la misma fuerza que golpeaban en su cuerpo las mariposas, cada que rememoraba los labios de T/N, todo hacía que se perdiera poco a poco en sí mismo apunta de recuerdos y sensaciones.
Se sentía plenamente imbécil por no haber besado otra vez su boca, pero es que era tan difícil, negado estaba a buscar por sí mismo el contacto que tanto deseaba. Sentía que iba contra su propia naturaleza, el siquiera tratar de hablar sobre sus sentimientos.
Porque sí, definitivamente ya estaba invadido de muchos sentimientos.
— Señor Levi, ya ha llegado, ¿Me acompañarías por favor?
Asintió y en silencio siguió a la chica por el largo pasillo, no es como si ya fuera su suegra o algo así, sin embargo, el miedo de caer mal no le hacía la mínima gracia. Hoy sería el día en que conocería a la madre de T/N, al fin el proceso de traslado no había presentado mayores problemas y tomó solo un par de días.
— Hola madre, este es el doctor Levi Ackerman, dueño del hospital. Señor Levi, ella es mi madre
Ambos contestaron con el más soso de los saludos para proceder al incómodo silencio, definitivamente no estaban interesados en seguir una conversación, no a menos que la menor interviniera nuevamente.
El pelinegro se hallaba analizándola, tenía seguros rasgos similares a la chica, pero dada su expresión seria, estaba plenamente convencido de que sus personalidades eran totalmente distintas.
Tenía ese rostro altivo, lleno de desdén hacia cada cosa que le rodeaba, mirando con expresión superior cada aparato que le conectaba a la vida, sus ojos gritaban orgullosa todo lo posible. Sus brazos cruzados no decían amistad para nada.
— ¿Y acaso no trabajan ustedes? — les envió una mirada venenosa antes de continuar con su hija — vete a otro lado donde no me molestes, ya conocí el hospital y a las irritantes personas aquí, ¿no puedes dejarme en paz ya?
— Seguro, madre — la miró con la más tranquila de sus sonrisas — supongo que estás cansada, te veré en la mañana
— Solo no me molestes y largo de aquí, junto con tu querido doctor. Imagino, por la forma en que te mira, que habrás tenido que meterte unas cuantas veces en su cama para conseguir el empleo.
Y entonces Levi le devolvió la misma venenosa mirada, dispuesto a soltarle cada insulto que se sabía, incluso si le hacían falta, inventaría unos cuantos más que mereciera. Sin embargo, la chica la detuvo dándole un ligero pisotón.
— No es así, madre. No me hace falta acostarme con nadie para conseguir trabajo. Me metería en su cama sin que hubiera ninguna recompensa en juego, solo que él no quiere — devolvió riéndose, sabía como manejar a su madre; responder un insulto con otro no era una buena estrategia — ten una linda noche, madre, te amo.
Salió de la habitación seguida del mayor que ni siquiera se había despedido de su progenitora, aún deseoso de volver y contarle un par de cosas que no relataría en público.
— ¿Por qué no...?
— No pelees con la pared — la chica frenó sus palabras con una expresión tranquila — no la conoces, ella siempre ha sido así, papá era el único que sabía cómo controlarla, creo que solo la vi sonreír cuando papá la abrazaba
— No se supone que debas "controlar" a tus padres
— Mira, ella no es mala, detrás de su cara de indiferencia solo se esconde preocupación y muchas veces desdén por sí misma. Esa misma señora con cara de amargada pasó noches en vela cuidándome cuando estaba enferma, cocinó las comidas más deliciosas cada que se lo pedí, nunca faltó a ninguna de mis actividades mientras pudo caminar e interpuso todo lo que tenía por mí. Es solo... ¿No te parece que a veces hay personas que simplemente no saben como expresar lo que sienten?
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Mi señor [Levi y Tú]
FanfictionSimplemente déjate arrastrar por mí, mi señor. Contenido adulto así que lee bajo tu propio riesgo ☺️