— Bueno, cuéntamelo todo — se reunieron la heladería de siempre y a diferencia de lo habitual pidieron un café amargo y cargado para pasar la pena.
— A-anoche... yo tuve sexo con el profesor Erwin — la cara del chico estaba completamente sonrojada, y sus dedos temblaban al rededor de la tasa humeante.
— ¿Y cuál es el problema con eso?, ¿no deberías estar feliz?
— ¡Es un problema!, es mi profesor, aparte es hombre y aparte voy a perder su materia, seguramente luego de todas las cosas groseras que le dije y lo que hice me van a echar de la universidad.
— Yo creo que de hecho ya pasaste su materia, pero cuéntame todo, con detalles, quiero el chisme completo o nada, amigo.
Y con eso llegaron 20 largos y humillantes minutos, donde Armin, de manera no tan explicita, trató de contar lo más posible de la noche anterior, porque por desgracia recordaba todo.
No podía decirle a la chica, pero recordaba punto por punto cada cosa que había hecho el mayor sobre su cuerpo, recordaba con lujo de detalles sus besos, su olor, su voz ronca y dulce, podía recordar todo, pero moriría antes de revelar esa información en voz alta.
— Incluso salí tan deprisa. Desperté y nada más ver su rostro dormido, todo volvió a mi mente, me acordé de cada cosa, solo pude salir corriendo y llamarte. Incluso olvidé mi ropa interior en su cuarto.
— ¿Seguro no estás tratando de seducirlo? Debiste dejar una nota o algo
— ¡Deja de burlarte!, ¿no vez que estoy muriendo de vergüenza?, acabo de perder toda mi dignidad y futuro por borracho — el chico lucía desesperado y nervioso cada vez más por lo que la chica decidió no burlarse más.
— Mira Armin — tomó su mano con suavidad — no pasó nada malo, es cierto que estabas borracho y también es cierto que pasaste pena por lo que dijiste, y que olvidaste junto con tu dignidad, tu ropa interior. Pero no está mal, no has analizado el resto de la situación, no viste la otra parte.
— ¿A qué te refieres?
— El profesor Erwin te siguió el juego, ¿no?, no fue que lo obligaste ni nada, ni tampoco que no te conociera ni supiera que eres su alumno, así que también fue su intención lo que pasó, ¿no crees?
— Fue el alcohol y...
— Armin, el profesor Erwin no estaba borracho.
La mirada del chico pareció sorprendida por algunos momentos antes de reaccionar y sonrojarse por completo. Estuvo mirando a la nada por un largo rato, como uniendo todas las piezas en su cabeza que en medio de la desesperación no había tomado en cuenta.
— Pero es que...
— Armin, estás en negación. Tú lo sabes, yo lo sé, el profesor lo sabe, probablemente el guardia de seguridad del edificio lo sabe también... le gustas
— No lo digas — la cara del chico se ocultó entre sus manos y la mesa.
— Le gustas así no lo admitas, deja de llorar por estupideces y hacer drama sin sentido. Ve el lunes y habla con él. Pídele tu ropa interior y de paso el número y que pase lo que haga falta, no seas un ñoño insufrible y disfruta tu vida de universitario borracho y gay.
Tomó unos minutos más para que el chico lo asimilara, la chica no lo presionó, sabía de cada inseguridad de Armin y su peligrosa mente que sobre pensaba todo, así que le dio tiempo de aceptarlo. Tiempo para abrir la ventana de posibilidad a una relación con el tipo que le gustaba, muy a pesar de todas sus preocupaciones y las circunstancias.
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Mi señor [Levi y Tú]
FanfictionSimplemente déjate arrastrar por mí, mi señor. Contenido adulto así que lee bajo tu propio riesgo ☺️