7 Pasos para Enamorar a una Kim | CHAESOO

Prólogo

—Hay una chica que me gusta.

Su hermano alzó su cabeza para girar a verla.

—¿En serio? Eso es raro, usualmente solo rechazas a la gente.

Rosé chasqueó la lengua.

—Porque no me interesan.—aclaró— Pero esta chica... solo no puedo dejar de mirarla. Es tan hermosa que a veces creo que es mentira.

Jimin dio algunas carcajadas antes de volver a mirar a su hermana.

Sabía que desde el primer año de Rosé muchas personas habían querido ligarla energeticamente. No le importaba comerse los chocolates que le regalaban o ocupar un lugar en el cine que sería para ella, disfrutaba esas cosas en realidad.

Ahora que solo le faltaba un poco más de un año para graduarse de la universidad, finalmente alguien le gustó.

—Debe ser radiante para que te veas tan perdida.

—Es super linda, super dulce, es muy divertida y se ve que es inteligente...

—Ya entendí—se echó a reír—. ¿Tienes un plan? Nunca he visto a Rosie en modo conquista ¿que hará?

Rosé puso boca de pato y actitud pensativa.

—Tengo que llamar su atención. Me ocuparé de eso en estos días.—asintió decidida.

Jimin iba a amar presenciar esto.

...

Rosé se había vestido específicamente hermosa hoy que sabía que vería a Jisoo en el campus. Uso su mejor perfume y trato de verse sin esfuerzo. Revelando sus piernas largas y su mirada cautivadora.

Fue rápidamente hacia las chicas en la gradas cuando el equipo de algún deporte que a la rubia no le importaba iba a empezar a practicar.

—Hey, Chae—la saludo su amiga Lisa, quien reposaba su cabeza en el regazo de Jennie.

Se dio cuenta que Jisoo no estaba ahí.

—Estas especialmente linda hoy.—observó Jennie.

—Gracias, estoy esperando que el atuendo me de confianza—y subió sus pulgares, haciendo que Lisa y Jennie se rían.

A su amiga Lisa, le pasaba una situación similar con Jennie. Le costaba derribar la barrera de la amistad.

—Compraré algo, ya regreso.—anunció antes de irse a zancadas de ahí.

No era justo que hoy no apareciera, seguro estaba por ahí siendo perfectamente agradable y hermosa y adorable y muchos otros adjetivos que llegaban a su mente cada vez que pensaba en ella. Sin querer suspiró, estaba pensando en ella en ese preciso instante.

De repente la vio ahí, justo en la pequeña tienda del campus conversando animadamente con una de sus amigas, ya la rubia tenía estudiado el terreno, sabía que Nayeon no significa ninguna amenaza para ella, no como Irene.

Sacudió su cabeza de ese pensamiento. En cuanto Nayeon se alejó, vio su oportunidad. Camino como si nada y se colocó justo al lado de Jisoo, comprando. Solo comprando. No es como si estuviera ahí por una razón en especial.

Fue cuando Jisoo se dio cuenta de su presencia.

—¡Hola, Chae!—saludó y a Rosé se le olvidó su plan, y que iba a decir o hacer— ¿Vienes a ver el partido?

Pestañeó. Se maldijo en silencio por quedar embobada ante la pelinegra.

—Realmente vengo a comer algo, yo... a mi me gusta comer muchísimo.—fue como si su cerebro se hubiera desconectado de su boca.

Cuando se dio cuenta de lo que dijo su cara paró a ser rojo intenso y, para su fortuna o desgracia, Jisoo había estallado en risas.

—Que bueno que eres sincera, te he visto comer, Chae, sé que es tu lugar feliz.—la más baja palmeó su hombro y salió de ahí, junto a la dignidad de Rosé.

Mierda, murmuró.

Cuando se giró para decirle algo, ya no estaba. La vio a lo lejos trotando y guindanose del brazo de Nayeon.

El mundo se Rosé se volvía pequeño, y justo como si estuviera en un anime rayas negras comenzaron a aparecer en su rostro así como una burbuja de su nariz.

Esto no podía volver a pasar.

—Armaré un plan—murmuró para si misma, recuperando su compostura—. Un plan donde te enamorarás de mi, Kim Jisoo...

...

¡Hola! Esta es la primera historia Chaesoo que publicaré, tengo mucho en mente y en borradores 🫶

Amo a esas dos mujeres con mi vida. Estaré atenta a sus comentarios y sugerencias.