7 Pasos para Enamorar a una Kim | CHAESOO

Paso 6 - Besarla

A partir de aquí los últimos cap serán más largos ❤️

...

—Le gusto.—aseguró muy confiada.

Jimin suspiró. Pensando en si debía hacerse el sorprendido para este punto.

—¿Y bien?

—El penúltimo paso para enamorar a mi Kim es—golpea la pizarra—: besarla.

Su hermano abrió mucho los ojos.

—Gloria a Dios, ya se va a terminar. Kim Jisoo, por favor llévate a mi hermana.

—Amén, hermano.—y juntos pusieron sus manos en oración.

Rosé no se imaginaba que Jimin en serio estaba disfrutando esto, solo se hacía el que no quería saber nada.

—Jisoo me está pisando los talones pero yo no quiero ser solo la chica que besa, quiero ser el amor de su vida.—se cruzó de brazos— Así que la voy a besar como nunca en la vida lo han hecho.

Asintió enérgicamente.

—¿Y tu has besado a alguien?

Rosé se puso roja de la rabia.

—¡Claro que si, idiota!—y pateó el piso—. Besé a Suzy cuando éramos novias, y a... bueno. Una vez besé a Lisa por un reto. Y... ¿a quien más? ¡Oh! Y la Talia, esa chica de intercambio en la secundaria.

—Tu definitivamente no sabes besar.—reconoció Jimin.

Rosé dejó caer sus hombros... y una nube negra se posó sobre ella.

...

Había visto muchos, pero muchos videos de como besar bien, y sentía vergüenza de eso. Pero nada más vergonzoso que lo que iba a hacer en este momento.

—Jennie...—quería morir— ¿Puedo hacerte una pregunta?

Jennie se giró, ella estaba escribiendo algo en su computadora.

—Dime, Rosie.—dijo sin mirarla.

—Co-como puedo...—se aclaró la garganta— besar bien.

Inmediatamente Jennie bajo sus lentes a la punta de su nariz y la miró.

—Tu has tenido novias antes—ella asintió—. ¿Por qué preguntas?

Dios, en que se había metido con las mismísima Jennie Kim.

—Pero no creo que yo... sea muy buena besando. O no lo sé. Nunca me dijeron nada al respecto.

Y empezó a jugar con sus dedos. Jennie entendió por qué su mejor amiga estaba cayendo por esta chica, podía ser muy muy linda cuando quería.

—Ay Dios—se sentó frente a ella y por un momento tembló—. ¡Lalisa, ven aquí!

Rosé no tuvo una explicación científica de cómo Lisa apareció de la nada y se sentó junto a Jennie. Realmente no. Y no quería saber.

—Me harás un favor, ¿bien?—le dijo Jennie.

La rubia no podía creer que quizá estaba por cumplir el sueño de Lisa.

—¿De que favor hablamos?—quiso saber.

Pero Jennie le restó importancia.

—Sígueme la corriente.—y Lisa asintió— Mira y escucha Roseanne.