Epílogo

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...1 mes después

—Roseanne...

Rosé estaba recostada con la espalda en la puerta de su habitación temblando como un cachorro viendo como Jisoo tenía los labios ligeramente separados observando la pizarra con notas, fotografías y, por supuesto, una lista de pasos a seguir para enamorarla.

—Tu... tu...—Rosé solo tenía los ojos cerrados esperando que su novia la regañara de repente y le dijera que era una maniática del control— ¿¡no pudiste conseguir mejores fotos!?

La rubia abrió sus ojos y miró a la chica con confusión. La encontró viendo las polaroid pegadas en la pizarra con asco.

—¡Pudiste pedirle a Jennie una más linda!—resopló y Rosé dejó salir una sonrisa—En esta mis ojos se ven raros...

—Tu...—empezó a preguntar con temor en su voz, mordiéndome el labio—¿no estas molesta?

Jisoo la miró con el ceño fruncido, algo muy raro de ver. Usualmente tenía una expresión calmada y feliz que la hacía querer abrazarla y besarla todo el día.

—Estoy muy conmovida.

—Tu cara no tiene relación con lo que dices...—Rosé tenía mucha vergüenza aún.

Se había prometido contárselo, era una parte muy importante en su relación.

—Tu acepta lo que digo, te amo.

Rosé dio una sonrisa nasal.

—Cosas que quiero hacer con...

—Vamos, no lo leas.—se lanzó hacia adelante para que Jisoo no terminara de leer, pero esta alzó el brazo.

—Cosas que me gustan de Jisoo... Veces que Jisoo me mi...

—¡Jisoo, no leas eso!—Rosé ya estaba roja como un tomatito de la vergüenza, para diversión de su novia.

—Oh, mira, la última de esta ya la hemos hecho varias veces...

—¡Jisoo!—y la rubia le saltó encima y cayeron en su cama.

Para la menor, lo más fácil de estar con Jisoo no era ser su novia, sino, que se estaba convirtiendo también en su mejor amiga.

Dicho eso, Rosé mordió la mano de Jisoo poniéndose encima de ella para quitarle las listas.

—¡Rosé, suéltame!—gritaba Jisoo mientras intentaba ocultar sus risas.

Rápidamente soltó su mano y le dio un beso en los labios antes de seguir pelando con ella y que dejara de humillarla.

—¡Suéltalo, Soo!

—¡Suéltame tu a mi!—Jisoo intento zafarse pero Rosé la apretó más fuerte— ¡Maldita sea ser más baja!

Y Rosé se echó a reír en medio de los forzajeos.

—No lograrás que te suelte nunca, Kim.—gruñó y Jisoo se detuvo.

—¿Sabes lo sexy que acabas de sonar?

Por un momento sostuvieron la mirada, para luego estallar de la risa.

—¿Rosie, hoy..? AAAAHHHH—se tapó los con fuerza haciendo como si le hubieran echado ácido.

Rosé y Jisoo compartieron miradas aún riendo.

—Somos inocentes.—aclaró la rubia separándose.

Jimin seguía de rodillas con sus manos en sus ojos.

—Es cierto, tenemos puesto los zapatos.

Rosé asintió.

—Los zapatos significan "no sexo".

7 Pasos para Enamorar a una Kim | CHAESOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora