Capítulo II: Noche Jodida - Rosso

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-⚔️-

No podía negarse, su padre había tomado una decisión y sabía que no se retractaría por nada del mundo, debía obedecer sí o sí. Cuando decidió que ya estaba lo suficientemente calmado y capaz de conversar de manera civilizada se giró para despedirse de su madre.

-Dile a tu padre que hoy quiero almorzar donde Marta- pidió Jiwoo, ya calma gracias a las caricias en su espalda y cuello que Félix le brindaba

-No si antes me mete un balazo- dijo riendo, haciendo referencia al no tan pequeño incidente con su padre y una bala en su muslo izquierdo. Ella se rio por el recuerdo, creyente de la promesa de su marido de volver a hacerlo aún con la mirada escéptica de Félix sobre ella.

-Nos vemos luego

No mentiría, la idea de tener compañeros no le gustaba, para nada, pero en las circunstancias en las que se encontraba no podía negarse.

De camino al hangar de nuevo se planteó la idea de tener que aprender estar con nuevas personas, si bien son bastantes en su familia, eran los mismos de siempre; viejos aliados de su padre, otros que entraron limpiamente, o simplemente hijos de los mismos soldados que se retiraba con el pasar del tiempo. Sin duda que la integración de nuevo personal era extraña, podría haber varias razones por las cuales los hacía; tal vez algunos estarían por retirarse del negocio-cosa que dudaba- o pasaba algo más que no le estarían contando.

Y vaya que deseaba que no fuese lo último

-¿Ya te calmaste? Pensaba en traerte arrastrado- fue lo primero que dijo Minho

-No hubiese sido algo bueno para ti, aún tengo dudas sobre cuánto aguantas con una navaja en la costilla -

-Ja ja, muy gracioso hermanito- Félix le dedicó una mirada de burla

-¿Papá dónde está?- su hermano señaló la oficina que al final estaba, notando la puerta siendo bloqueada por dos de sus hombres, cosa que era rara porque nunca pedía que lo hicieran, no cuando estaban todos presentes.

-También se me hizo raro, desde que saliste solo pidió los informes de quiénes llegan y se encerró- comentó al notar su cara de confusión

-Parece que es mi día de suerte-

Se alejó de ahí y se encaminó a la oficina. Los dos tipos le conocían muy bien por lo que no hacía falta decir quién era. Cuando se hicieron a un lado sin mayor problema, luego de dos toques a la puerta escuchó a su padre dándole permiso de pasar

-Siéntate- sin reparar ni un segundo en su hijo, la orden llegó de forma automática

-Hola también para ti, pa'-

-Félix, no estoy de juegos, siéntate-la actitud de su padre era una de obvia irritación, por lo que mejor optó por el silencio y no por el sorteo de un hueco en su pierna

-¿Pasa algo? Sé muy bien que no te enojas como lo hiciste por una rabieta mía

Taemin dudó cuando le miró, contemplando la idea sobre si contarle o no, generando en Félix más ansias de saber el por qué de su estado de ánimo.

Después de un rato pensando, contestó -No preguntes cosas que no quieres saber, es mejor que permanezcas ignorante- bien, su actitud ya empezaba a enojarle

Amor a muerte  | ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora