Amor a muerte | Changlix

Capítulo III: Cuentas por saldar - Primera impresiones

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Jeon Sanha había fallecido desde ya hace una semana y tomó a todos desprevenidos pues pensaban que el viejo aguantaría algunos años más, pero al parecer el no saber controlar sus deseos más carnales le había pasado factura antes de tiempo.

-Lee se comunicó, partimos hoy en la noche- informó Chan al llegar junto al primero en mando

-Aún no sé cómo fue que aceptamos ingresar-Chan le miró dudoso de sus palabras-Debimos analizar bien las opciones

-Te dije que pensáramos bien las cosas, pero ve que a ti no te gusta quedarte quieto por mucho tiempo

Y es que tenía razón, era una semana sin hacer nada más que recibir las condolencias hipócritas de los que fueron aliados de Sanha y estar encerrado ahí. A pesar de su duda de hace un momento, una verdad implícita en su dura era la emoción de cambiar aires, literalmente. Había ido en dos ocasiones junto con Sanha de visita donde los Lee, más no eran muy extensas, como mucho tres días.

Luego de un rato viéndose las caras, contestó -Diles a los chicos que preparen todo, nos vamos.

-No sabes cuánto me alegra escuchar eso- Chan abandonó el lugar con una sonrisa para ir en busca de los demás.

Changbin por su parte lo entendía, porque él estaba igual. Saldrían ese mismo día alrededor de las seis de la tarde para hacer un vuelo de más de nueve mil kilómetros. Se levantó de donde estaba para ir a la que todos esos años fue su habitación y cierta nostalgia le invadió, si bien no era muy cercano a Sanha sí le tomó un aprecio como jefe.

Las horas se pasaron más rápido de lo que le hubiese gustado y el reloj marcaba ya las cinco de la tarde indicando la necesidad de partir hacia el aeropuerto prontamente. En la entrada de la casa todos los que fueron compañeros suyos se acercaron para darles su último adiós mientras le agradecían por todo.

Ya en el auto la emoción por lo que estaban a punto de hacer les llegó- Jefe, ¿De verdad no podemos retractarnos a último momento?

-Créeme que si lo haces, Jeongin, lo único que pasará es que tu culo salga volando del auto en estos momentos-le respondió con burla

-Va, va, entendido- respondió a lo que todos rieron.

-Chan, ¿tienes la información que te pedí? -

-Claro que la tengo, ¿Quién crees que soy?- un idiota, pensó.

-Suéltalo rápido -

-La familia Lee siguió igual de tranquila, recordarás que a Taemin no le gustan los conflictos innecesarios así que no es que pase mucho en su día a día a parte de las ventas del viñedo. Sus dos hijos tomaron los puestos de jefes de seguridad junto con otro compañero más, el mayor, Lee Minho de 26, Lee Félix de 23 y Han Jisung de 24. Todo parece en orden y a favor para nosotros, esperemos que nos tienen.

-No suena nada mal, tranquilo diría yo- aportó Hyunjin a lo que los demás apoyaron con un asentimiento de cabeza.

Todo pintaba a que después de todo su estancia sería sin mayor problema, no sabía a ciencia cierta si eso era algo que le aburriría a largo plazo, pero habían aceptado la oferta de unirse a ellos más que nada para saldar viejas cuentas que había pendientes entre el jefe de los Lee y Jeon, pero no quería decir que no tuviese un interés genuino en ver cómo era trabajar con ellos.

-No pensé que Tae dejaría que sus hijos trabajaran para él, la última vez parecía muy receloso, mira que ni los conocemos

-Concuerdo con Chan- dijo Seungmin aparcando en el estacionamiento del aeropuerto