Jiwoong y Matthew son unidos en un matrimonio arreglado y luego de estar seis años juntos y teniendo juntos a su pequeño hijo, Gyuvin, toda esa farsa llega a su fin cuando Jiwoong aparece con una carta de divorcio la cual Matthew firma sin problema...
– ¿Una cita? – pregunto el menor levantando la mirada y sonriendo en el proceso cuando tuvo tan cerca del rostro de Jongwoo quien lo beso rápidamente haciéndolos reír a ambos.
– Claro bonito – El pelinegro miraba fijamente a su contrario mostrando su total atención, realmente para Jongwoo, Matthew era el chico más hermoso que había conocido – Aunque si quieres puede ser una simple salida, O también puede ser una cita de amigos, claro somos pareja pero tampoco te quiero obligar
Matthew rio levemente cuando escucho las palabras nerviosas del mayor así que se acercó para dejar un beso en su mejilla para luego rodear su cuello con sus brazos siendo correspondido cuando sintió los brazos de su mayor sobre su cintura.
– Tranquilo hyung, me gusta mucho la idea – El canadiense se encargó de besar las mejillas de Jongwoo quien no pudo evitar sonrojarse aunque también estaba encantado de recibir aquellas muestras de afecto del menor.
– Aunque primero debo llevar a Gyuvin con Jiwoong – volvió a hablar el menor suspirando ante la idea de ir hasta el departamento de su exesposo pero debía llevar a su pequeño porque sabía que Jiwoong no podía en esos momentos.
– ¿Quieres que te acompañe?
– No te preocupes, solo llevare a Gyuvin y verificare que todo esté bien y luego podremos tener nuestra cita
– Me gusta mucho esa idea
Sin esperar señal alguna Jongwoo se acercó y beso los labios del contrario quien acepto aquel beso de forma gustosa mientras las manos de ambos se dirigían al cuerpo del otro buscando más contacto; jamás habían llegado más allá de besos y abrazos así que la sensación del calor corporal del otro, las manos acariciando el cuerpo contrario además de los besos que solo subían de tono hacían el ambiente caliente y con la sola idea de llegar más lejos.
Aunque se detuvieron cuando recordaron donde estaban y que podría aparecer algún empleado en cualquier momento pero eso no evito que ambos se sonrieran de forma cómplice.
– Te ves lindo sonrojado – hablo Jongwoo tocando aquellas mejillas enrojecidas que solo aumentaban de aquel tono cuando observo como Matthew se ocultaba en su cuello para así esconder su rostro sonrojado.
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– ¿Tienes tu mochila Gyuvin? – Pregunto Matthew a la vez que se encontraba ordenando la maleta de su pequeño que contenía variedad de ropa, su medicina, sus productos de higiene y demás cosas importantes.
– Si papi – El mencionado se giró mostrando su mochila a su progenitor quien sonrió mientras observaba como Gyuvin saltaba esperando sus próximas palabras
– ¿Tus juguetes? – volvió a preguntar buscando con la mirada algunas cosas para luego centrarla en su hijo
– Listos, todos están tapaditos para el viaje – Nuevamente el pequeño levanto un bolso con sus juguetes con los cuales siempre jugaba ya sea en las mañanas o en las tardes luego de la escuela, así que eran esenciales llevarlos a cualquier lado donde fuera el menor – También les deje un dulce si les da hambre
