A heaven in hell

Capítulo 4: Mevak

Buenas, aquí está el comienzo del maratón que mencioné, subiré en cada obra un nuevo capítulo y ya desde aquí dependerá de ustedes si consiguen cumplir la meta que les pondré al final del capítulo, para que pueden desbloquear el siguiente. ¡Disfruten!

"You're my family, and I love you. But you're terrible, you're all terrible."

No es un niño malcriado, es solo un niño que quiere ser amado, ¿Qué tiene de malo eso?.

Sabe que sus padres lo aman y que son estrictos por su bien pero, ojalá su padre deje de mirarlo con desaprobación cada vez que falla en algo, esa mirada lo quema, le arde lo suficiente como para cubrir todo su interior con impotencia y frustración.

Después de todo los Malfoy no tienen permitido llorar.

Así que desde que eligió la ira ya no puede detenerse, enseña los dientes y sus ojos se convierten en fuego, es lo único que hace para poder aliviarlo todo.

Hasta que ya no lo hace, no es suficiente.

Draco se pregunta, ¿Cuándo será suficiente para su padre?.

Mirando la fuente del jardín deseo poder ahogarse en ella y así dejar de arder.

Quiere conocer la calma y el frío del descanso.

Pero no existe tal cosa para él, y no puede. Si un Malfoy es débil debe recurrir a su ira para gobernar, dice su padre.

Y entonces Draco se convirtió en su ira y nada más.

Pero de alguna manera encuentra calma en el vacío de Ther, Theo cómo siempre le exige que no destroce su nombre, no recuerda cómo y dónde comenzó y sorprendentemente él tampoco.

No tenía amigos, era demasiado sincero, demasiado desagradable, demasiado furioso.

Siempre todo es demasiado.

Pero Theo lo vio en una fiesta destrozando las flores de su jardín trasero, con sus dientes expuestos y sus ojos llenos de pura rabia destrozó cada pétalo, pisoteo cada raíz su cabello se elevaba al son de su ira.

En cambio lo observó, no lo detuvo y se sentó cerca a su proximidad no leyó ni una sola vez el libro sobre su regazo y fue entonces después de una de las rabietas escandalosas de Draco que decidió dejarlo entrar.

Aunque todo se siente borroso para ellos, saben que hubo más, solo que no saben si existió.

Pero nunca olvidará su mirada, cómo si entendía la necesidad urgente y desgarrante de que él fuego consumiera todo menos a él.

Entonces lo entendió, Theo también lo consume algo, demasiado espeso arraigado y poderoso en su interior y decidió compartirlo con Draco.

Eso significó un mundo para él.

Desde entonces, siempre ha sido Ther y Draco contra todos y ellos mismos.

Ahora mismo, solo pasó un año, tiene 6 y no lo siente.

En cambio su pecho aprieta agrieta y tiene ganas de gritar tan fuerte que sus túnicas de galas y sacudir su cuerpo con tal fuerza que las destroce.