AVOO6.

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—¿No vas a hablarme?

—No tenía que enterarse así y estás claro de eso.

—¿Cómo carajos pensabas decirle?.—alzó un poco la voz.—Mami, chingaste con el novio de tu mejor amiga y más na, es la que hay así lo quieras camuflar con frases hechas para hacerle sentir mejor.—me reí sin ganas.—Le fallaste porque es tu amiga pero igual el jevo soy yo, que la agarré conmigo.

—Ay si, como si esas cosas pasaran.—obviamente sabía a lo que me enfrentaba y es porque he pertenecido al grupo de nenas a las cuales les pegan cuernos y va directo por la chica, no por su novio y honestamente, en esta ocasión Mila tenía toda la razón en venir por mi.—Maldita cuero.—susurré.—¿En qué estaba pensando?

—¿Te arrepientes de meterte conmigo?.—parecía ofendido.—De una te bajas del carro y vas corriendo a mamarle el bicho a Luar pa que te ayude con esto.

—Ridículo.

—Ridícula tú.—me reí.—Ah, la baby recuerda cómo se ríe.—señaló la casa.—Ya pronto se te olvida.

—Te odio.

—Van acá.—negué, gemí cuando tiró de mi pelo, quedé con la cabeza echada hacia atrás así que se me complicaba mirarlo directamente a los ojos.—Te dije que no me gusta repetir las cosas.—mordió mi labio inferior.—Aún no estrenamos el carro.

—Ella está en la casa.—susurré cuando desabrochó mi cinturón.—Bájale, 66.

—Vamos.—ambos bajamos del vehículo pero honestamente sentí que se sentiría atacada si nos veía caerle en la casa juntos.

—Yo no creo que...

—Me importa un bicho.

—Okay.—dije resignada, metí las llaves en la cerradura y cogí todo el aire que pude, esto iba a ser intenso.

—¿Qué haces aquí?

—Hola, Mila.—respondió Hades, cuando lo miré mal se limitó a ignorarme.—Pues que, ¿que modales? Tu amiga te quitó el jevo, no los modales.

—¡Hades!

—Indica, mi reina.—los ojos de Mila se aguaron, que pendejo era ese tipo.

—Necesitamos hablar.

—¿Ah sí?

—Sí, yo...Necesito que hablemos de esto.

—De que te metiste con mi novio, no hay ningún "esto" solo una maldita cuero traidora , que no se valora un carajo y que le teme al compromiso y juega a meterse con uno y otro mientras finge que apagó los sentimientos pero en el fondo solo busca a uno que no la quiera nada más por como lo mama o se mueve en la cama pero desgraciadamente no tiene más nada que ofrecer así que, le es imposible.

—Cuidado, Mila.—dije yo.

—¿Mentí?—comenzó a reír.—Luar, Omar , Brytiago , Jeimax , ¿sigo? Con ninguno te quedaste , ninguno te vió suficiente para oficializar absolutamente nada, no vales tanto.—Auch.—Y fuiste a parar con otro cabrón que no valora nada tampoco, no sería consciente de que tiene un tesoro consigo ni aunque le pusieran carteles con letras luminosas, te va a chingar y te va a botar , como hacen todos porque se conforman con sexo y tú te conformas con el poco cariño que recibes en el acto aunque sepas que después que se vengan, puf..—sonrió.—Desaparecerá.

—Mila y..—me cortó.

—No quiero escucharte.

—Lo siento.

—¿Que me enteré de todo o meterte con él?.—me quedé callada.—Eso mismo pensaba yo.

—No es justo.—senti mi mejilla ardiendo, acababa de darme una bofetada, ok me lo merecía pero estaba en shock igual.

—¡No hables de justicia porque lo que no se vale es que me hayas estado consolando cuando lloraba por ese tipo y después anduvieras abriéndote de patas para él!.—gritó.—No me seas cínica porque no da.—me empujó.—¿Cuántas veces ah?.—negué con mi cabeza.—¿Lo hicieron aquí, o eso lo respetaron?.—volví a negar.—¿Te divertiste mandando al carajo más de quince años de amistad?

—Si se me permite intervenir...Varias veces, yo fui "su break" y a eso si debe responder ella.

—¿Me dejaste horas esperando y era con mi jevo que estabas chichando?.—me dió otra bofetada.—¡Perra de mierda!.—no pude reaccionar cuando comenzó a tirarme los vasos del minibar.

—¡Para ya!.—pedí tratando de protegerme con mi manos.—Mierda.—dije al sentir el ardor el mi brazo y en mi cuello, me fijé y finalmente varios cristales consiguieron cortarme.

—¡Que me sueltes!.—vi que Hades la sostenía por el cuello y ella apenas podía respirar.

—Te las pegué yo, lo pagas conmigo.—ladrón.—En tu vida vuelvas a tocarle a Perséfone, ¿oiste?.—me miró de reojo.

—Siempre la quisiste pa ti, no hacíamos otra que pelear por eso, jamás quise que se encontraran pero mira como es el destino ah.—tosió.—Terminaron juntándose.—sollozó.—Se unieron para hundirme.

—Hades, ya.—pedí echándolo a un lado.

—Mira lo que te hizo.—levantó mi brazo, gemí de dolor en respuesta y eso hizo que me soltase.—Carajo, vamos al hospital.

—Espero que termines destruida porque es lo que ocurre siempre que él toca algo, ya sea en tu carrera o en tu vida personal vas a arrepentirte cada día de tu decisión, todos y cada uno de ellos.—se sobó el cuello.—Nada bueno saldrá de ustedes dos.

Mis ojos de aguaron por el contraste de sus palabras, había pasado de recibir discursos alentadores por parte de ella a unos de odio, lo entendía pero eso no quitaba que me causara dolor, limpie torpemente mis mejillas.

—¿Te acuestas a mi novio y lloras tú?.—se me acercó.—Eres una puerca y espero que te lo paguen como tal, créeme tu sueño , se muere aquí porque ese tipo es de todo menos familiar.—me atreví a mirarla.—Grábate la furia en mis ojos y acuérdate cuando todo se te derrumbe y estés sola, así sabras que pudiste tener un apoyo pero decidiste perderlo por el culpable de tu decadencia.

(...)

Fruncí el ceño cuando vi a Mila con varias maletas.

—¿Te vas?

—Te vas tu, no pienso compartir techo contigo.

—¿Crees que es como tú que no tiene donde dormir?.—Mila bajó la cabeza.

—¿Tú casa?.—sonrió amargamente.—Me botabas en mitad de la noche.

—Para que entiendas que valoro lo que tengo cuando es que vale algo.

—Hades...—me miró.—No más.

—Venderé esto pero hasta entonces no te quiero aquí, lo compramos cuando nuestra amistad significaba algo para ambas y ahora mismo...No vale un carajo.

—Mila...

—¿Cuánto?

—Hades...

—Aún no lo sé.

—No importa, la compraré.

—Esto es increíble.

—¿Cuánto?

—Quinientos mil.

—Alista los papeles, la compro.

—¿Será su casita?

—Eso a ti no te incumbe.

—Cierto.—suspiró.

—No quiero deberte nada, Hades.—miré a Mila.—te compro tu mitad y me quedare aquí, a diferencia de ti, yo si valoro los recuerdos.

—¿Conmigo o con él?

—Puñeta.—exclamó Hades.

—Me quedaré mientras consigo otro lugar donde quedarme.—asenti.

—Tu te vienes conmigo.—tomó mi mano.—Se me cuida, Milagritos.—soltó una carcajada.—Un fokin milagro vas a necesitar si se te ocurre acercarte siquiera a Perséfone después de lo que le hiciste hoy porque a mi me importa un bicho tu ego herido y que te sientas traicionada, no le bajo con Winnie y te guillaste, pendeja.

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Aquí lo tienennnn

Averno ; hades66Donde viven las historias. Descúbrelo ahora