donde Winnie
es víctima de las redes
"del Dios del inframundo"
al igual que en el mito
Ó
donde Hades alimenta
una enfermiza obsesión
con la mejor amiga
de su novia y
la tiene vagando entre
el mundo del bien
y del mal
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NADA DE COPIAS...
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ESTABA ESCUCHANDO LA DISCUSIÓN DE MI MEJOR AMIGA MILA CON SU NOVIO, al parecer iban a dejarse-como las veinticinco veces anteriores en las últimas dos semanas-y todo ello a costa de mi diversión.
—Perdonad.—dije intentando llamar su atención.—Disculpen.—seguían sin hacerme caso.
—Tal vez si no andases en los likes de todo ser viviente con toto no discutiríamos, te dije que esa tal Luna quería el bicho tuyo, ya lo dijo Jon Z, ta buscando leche pues y tú te dejas.—el tipo expulsó el humo de su phillie y me miró a mi.—¡Pendejo!.—no se inmutó por la bofetada.
—Ponte en tu lugar, Mila.—había desviado su mirada de mi persona algunos segundos para dirigirse a su novia pero después continuó en la suya.
—Me voy a ir con Bryan y ahí si tú va a ve' si sigues de huelebi.—se mordió el labio, casi podía asegurar que el tipo andaba soñando despierto.—¡Hades!.—le tiró la copa encima, me quedé boquiabierta y tuve que retroceder par de pasos porque me salpicó también.—Lo siento, amore.—comenzó a intentar limpiarme.
—¡Seguridad!.—negué con mi cabeza, el tipo bajo la vista y ahí fue que me di cuenta que le estaba sosteniendo la mano.—Suéltame.
—Mala Mía, este...¿no crees que estás siendo demasiado duro con ella?
—¿Y quien tú ere', la mamá de ella o la policía de la diversión ah?.—humedeció sus labios.—Una vueltica a ve'.—su voz ronca me hizo estremecer, para ese entonces Mila ya se encontraba peleándose con el guardia.—Papi, olvídate de eso.—me sonrió.—Me debes una.
—¿Yo?¿Una que?
—Lo que al dios del infierno se le antoje.—rodé los ojos.—Ya, piérdete con Mila que me está dañando la noche.
—Huelebicho.—susurré antes de buscar a mi mejor amiga con la mirada, la divisé en uno de los VIP, desconocía como había ido a parar en él, varias caras conocidas respondieron a mi pregunta ya que ella no era artista pero siempre la veían conmigo.—¡Nori!.—el rubio pollo me sonrió.
—¿Que carajos formaron allá abajo?.—se burló.
—Nada, ¿qué va a formar una ah?.—sabia que Mila prefería no comentarlo entre tanta multitud.—¿Tas' bien , mami?.—me hizo una señal para que esperase hasta que terminó bebiéndose de un trago una copa.
—¡Perfecta!.—sonrió de oreja a oreja.—¿Luar siente algo por Winnie?
—¿Ah?.—pregunté aturdida por el chupito que acababa de ingerir.
—Digo, no ha dejado de mirarte desde que llegaste.—miré a Armando y sonreí, ya tuvimos nuestra historia pero el tipo no era de envolverse.—Chingaron.—todos comenzaron a reír.—Perdón, mis dotes emparejando gente es un asco.—se tapó la cara con las manos.
