Averno ; hades66

AVO26.

Una semana más tarde.

WINNIE.

—¡No te acerques!.—retrocedí un poco cuando comenzaron a pelear, traté de hacer el intento de acercarme pero Milena me lo impidió.

—¡Lo va a matar, Mile!.—dije intentando que me soltara.—Déjame, carajo.

—No puedo dejarte que vayas para que te golpeen también.—en eso llegó Izaak, observé como con ayuda de un colega suyo consiguieron separar a padre e hijo.—¿Pelean por ti? Ahora sí te envidio.

—¿Disculpa?.—quería pensar que no había dicho eso de verdad.—Que comentario tan porquería.—caminé hacia Hades.—Baby.

—Ahora no.

—Baby, escúchame , yo no sabía que iban a montarlo , esperó hasta que yo confirmé que estaría en el remix para montars...

—¡Te dije que ahora no!.— no caí al suelo gracias a que Miky me sujetó.

—No me toques.—dije entre dientes.—¿Viste la que armaste?

—Acepto mi error, lo crié y me salió algo débil.—me miró.—Aquel día no era yo, venía de un party largo y tomé par de cosas que...—elevó la mano como si fuera a hacer un juramento.—No volveré a tomarlas.—no sabía si creerlo, me resultaba algo difícil.—No quise infligirte el dolor y el miedo que te hice pasar, entiendo que no me creas y no me quieras cerca pero necesitaba decirte.

—Intentaste abusar de mí, Miky.

—Perdóname.

—Yo no tengo nada que perdonarte.—fruncí el ceño cuando Hades entró al estudio, al verme con Miky pareció molestarse así que me alejé un poco del colorao'.

—Ven acá.—obedecí.—Entra.—tragué duro porque no sabía a lo que me enfrentaría, podía ver que estaba enfadado pero no podría decir con seguridad cuál era el motivo.—¿Por qué estabas con él?

—Vino a disculparse.

—¿Le crees?

—Claro que no.—me crucé de brazos.—¿Por qué estaban peleando?

—Porque ese tipo quiere volverme loco.—fruncí el ceño.

—¿Cómo así?

—Que le gustas me dijo.—sentí arcadas.—Que le gustas mucho, que sentía lo que hizo pero no lo que dijo porque en la entrevista estaba en sus cabales, no te quiere de nuera sino como mujer y me sugirió regresar con Milena porque es suficiente estúpida para aceptarme otra vez.

—¿Qué?

—Lo sé, ha perdido la cabeza.

—Hades, te juro que no hice nada y no estoy interesada en tu papá, no sé de dónde salió con ese capricho que agarró conmigo pero te juro q...—me besó.

—Yo sé, nena.—volvió a besarme.—Y perdón por portarme así pero es que en momentos como ese la mente se me nubla y no puedo pensar claro.—rodeó mi cintura.—Yo te quiero para mi nada más, fuera yo y te guardaba en una cajita.—susurró mirando mis labios.—Pa siempre.—mordió mi labio con algo de fuerza.—Solo de pensar que quiere sentir lo mismo que ando sintiendo yo contigo, compartir cama contigo cuando sabe que andas conmigo me enferma tanto...—chascó la lengua.