AVO18.

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WINNIE.

—¿Perse?

—Buen día.—respondí entrando a la casa.—¿Como está, señor Rivera?

—¡Adelante, hija , pasa!.—pidió mientras abrochaba su chaqueta.—Gracias por este enorme favor, ahí está Meek.

—¡Hades, llegó tu primavera!

—¿Y por qué no verano?.—quise saber yo.—Me gusta más el verano.

—Soy Meek.

—Yo soy Perséfone.

—La novia de mi hermano.

—Sí, la novia de tu hermano.—vi a Hades bajar las escaleras mientras tecleaba en su teléfono.

—¿Con quién hablas?

—Con nadie.—tense la mandíbula pero preferí tener la fiesta en paz.

—Lamento si arruiné sus planes, es que olvidaba que tenía esta reunión con Zoey.

—¿Quien es ella?

—Una nena que estoy conociendo.—sonrió.—El punto es que ella me ha invitado a conocer a su familia y la babysitter me falló, porque es ella.—no pude evitar reírme.—Ajá, terminé convirtiéndome en un triste cliché.—Hades se veía serio.—Ya me voy, les compensaré esto, no se preocupen.

—No es molestia.—dije con sinceridad.—¡Suerte, diviértase!

Fui a la sala y me senté junto al pequeño.

—¿Me ayudas con la tarea?

—Claro.—la mesa me quedaba algo lejos por lo que terminé sentándome en la alfombra, 66 nos bendijo con su presencia a los pocos minutos pero desgraciadamente fue para jugar con su consola.—¿Entiendes lo que piden aquí?

—De rojo el número par y de azul el impar.

—Ajá, si aquí dice que tres manzanas son las que hay en la bolsa, tienes que pintar...

—¡Tres manzanas azules!

—Exacto.

Continuó haciendo el ejercicio tranquilo así que me tomé un momento para acercarme a Hades, le quité los auriculares para conseguir captar su atención.

—¿Estás mordio '?

—No, Perse.—me tomó por el cuello.—Pero se acabaron las mentiras entre nosotros.

—Ta' bien.

—¿Sí?

—Sí, Hades.

—Si te vuelvo a ver con Luar, lo mato.

—Hades...—me miró a los ojos pero no fui capa de leerlo, solo veía oscuridad.—Aún tenemos una conversación pendiente.

—No, Winnie.—soltó el agarre.—Pediste el infierno y eso mismo te traje.

—Primavera, mira.—me viré.

—No me llamo así.

—Pero eres linda como la primavera.

—Brothercito , cuidado con como le hablas a mi mujer, deja de andar de coqueto.—el pequeño se sonrojó.

—Trae acá.—se sentó en mis piernas para revisar la tarea, después de unos minutos ya la tenía corregida.—¿Quieres ir a la piscina?

—No, tiene entrenamiento de básquet.

—¿Vamos a llevarlo?

—Yo soy su entrenador.—apagó todo.—Ven, tengo que cambiarme.—subimos juntos al piso de arriba, abrió el armario y agarró ropa deportiva.—Puedes quedarte mientras entrenamos o puedes aprovechar la tarde para hacer otra cosa.

Averno ; hades66Donde viven las historias. Descúbrelo ahora