Averno ; hades66

AVOO9.

—Que mucho jode.—dije leyendo la nueva notificación.—¿Otro?.—pregunté sorprendido por todos los mensajes que Mila estaba enviando.

—Hades.

—Ningún Hades.—guardé el teléfono.—Me puedes decir: "baby" ,"amor" , "papi" , "bichotudo" por tremendo palo que cargo ya de ti depende.—me fijé en que traía puesta mi camiseta.—¿Que traes debajo?

—¿Quieres saber?

—Sí, Perse.

Me hizo una señal con su dedo para que fuera hacia ella, me dejé caer sobre el sofá y ella se me trepó pa después entrarlo de una, contuve la respiración como respuesta automatizada de sorpresa.

—Debajo traigo el bicho tuyo.

—Que gran complemento...—gemí.—Carajo, debes brincarme así dos veces al día, que rico.—me tomó por el cuello.—Winnie gobernándome, yo me dejo.—fue directamente a mi cuello por lo que intuí que pretendía hacerme un hickey.—Tus labios son exquisitos en cualquier parte de mi cuerpo.—dejó de brincar cuando mi cel sonó.

Lo puse en "no molestar" pero Winnie si se molestó, la seguí con la mirada cuando se bajó y se fue a Dios sabrá donde hecha una completa furia .

—Nena.

—¿Tú en serio buscabas arruinarme?, boté una relación de muchos años y tardaste en reemplazarme dos días y un intento de secuestro.—apenas podía mantener la mirada.

—No te pedi que lo hicieras.

—Tampoco que no.

—Yo no estoy arrepentido y no lograrás que me siente así por priorizarme, buscaba algunas cosas que ella parecía tener y resultó que no, valoro la transparencia y la sinceridad absoluta estando en pareja.

—¿Es cierto?

—Sí.

—¿Quien te tira al cel?

—Es Mila.

—¿Hablas en serio ahora mismo?.—desbloqueé el cel y dejé que lo viera.

—¡Por Dios.—me dió ternura verla tapándose los ojos como si no hubiera hecho sexting en su corta vida.

—Por eso no las abrí, intuí que eran sexuales, esta desesperada por provocarte.

—¿Por qué no la bloqueas?

—¿No crees que sea capaz de guardar fidelidad?

—Solo no quiero comprobarlo.

—Arranca pal carajo, Perséfone.

—¡No puedes culparme!.—dijo alterada.—Nos conocimos tu pegándole cuernos tonces' qué.

—Tonces' nada porque yo ya te dije que estoy para ti , no entiendo en qué idioma debo decirte.—sus ojos se aguaron.—¿Qué con eso con toda la mujer que eres andas insegura por Mila?

—No es eso.

—¿No lo es?

—No, Hades.

—Que no me digas así.—su teléfono comenzó a sonar.—¿Es Luar?.—miró con atención la pantalla y después lo guardó.—Trae acá.

—No.

—Trae acá.

El timbre sonó varias veces.

—¿A quién esperas?

—Tal vez sea mi papá.

Narra Perséfone.