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Gyuvin y Ricky se encontraban camino a la escuela, juntos como habían extrañado de la semana pasada jugueteando entre ellos pero con un pequeña chispa de timidez en ambos y se debía al mini piquito que se dieron en la mañana cuando Ricky paso por Gyuvin. El rubio tomo de la mano al otro haciéndole caricias con el pulgar en modo de cariño. Con el paso ya se encontraban en la entrada de la escuela y caminaban juntos a sus respectivos casilleros para tomar sus respectivas cosas.

— ¿te puedo dar un besito? —pregunto Gyuvin en un susurro en su oreja.

— no —respondio el rubio con una sonrisa

Gyuvin realmente no le importaba esa opinión, tomo la cintura con una mano del otro mientras que la otra lo tomaba del rostro y así acercarlo a él para darle un beso largo. Había descubierto del como sus labios picaban cada vez que deseaba tomar los de otro y unirlos, se volvía loco si no besaba como quería al chino.

— ya Gyu —solto el beso pero sin separarse de el.

Gyuvin hizo un puchero y observo a su alrededor, no era nuevo que los mirarán pero si se percató de como las palabras iban de boca en boca con un fin en común, pasar información de lo que había pasado. Gyuvin volvió a robarle un beso al más bajito y así salir corriendo sin tomar los cuadernos que necesitaba. El rubio se quedó mirando como corria el chico y su cabello se alborotaba a su paso, sonrió encantando.

Como nieve en la playa, sus emociones eran marea alta intentando entender el como la lluvia blanca podría sentirse tan cálida, una combinación utopica en su mente pero sentía como si corazón anhela siempre tener esa escena en su mente, tocar la nieve incluso si el era la marea más inquieta de la tierra. Cerró sus ojos un momento al intentar entender del como se sentía tan completo con el chico que ha sido su mejor amigo y que nunca debió enredar las cosas pero luego de la reacción del otro no podía decir que se arrepentiría de algo como esto en su vida.

— me alegro de que por fin estén juntos —una voz interrumpió sus pensamientos— se ven realmente envidiables juntos.

— oh Hao, Gyuvin y yo aún no somos novios —comento aún así con una sonrisa.

Con eso se dió cuenta de como todo volaba más rápido de lo que creía pero no le moletaba, una parte de él le gustaba que supieran que el moreno solo le pertencia ahora. Así que darle explicaciones al otro no fue problema, seguían conversando camino a clases, ya que está si la compartían y así poder llegar a la hora indicada. Entraron rápido al salón y fue atrapado por los brazos del otro con besos en la mejilla, Gyuvin le estaba comiendo la cara apenas había puesto un pie en salón.

Ricky podría acostumbrarse a esto toda la vida.

𖹭

Gyuvin no podia negar que le temblaban las piernas cuando entro a la casa de Ricky, después de clases había decidido -como siempre- ir a la casa del rubio. Gyuvin no tenía nada grande planeado pero estaba seguro de pedirle a Ricky ser el padre de Eumppappa y aunque sabía que el rubio lo quería y amaba aún así en su mente existía la gran posibilidad de que el chino le dijera que era todo broma y dejarlos con sus sentimientos a flor de piel y sufrir una pena enorme en su vida. Dejo lejos esas ideas cuando vio a Ricky subir sin llamarlo, lo siguió escalera arriba para llegar a su habitación y volvió a sentir un cosquilleo en sus labio y manos por lo último pasado en ese lugar. Tomo las manos de Ricky y lo llevo al sofá que se encontraba al frente la ventana, hacerlo mirar el dia que de encontraba nublado y un gris pintaba el cielo.

— no me gusta los días nublados —solto Ricky con una voz baja.

— lo sé —respondio Gyuvin mientras lo abrazaba por la espalda— hace unas semanas atrás te hubiera hecho reír y abrazarte para hacerte olvidar el día y que no te desanimara.

Ricky cerraba sus ojos mientras sentía como el moreno le dejaba sutiles besos en el cuello. Se calmaba con el tacto del otro y tenerlo cerca siempre sería su canción de cuna favorita, sentir esos sonidos parecía música para el, caer tanto hasta tus huesos romperse nunca fue su plan pero sentir las manos en su cintura hacia el golpe menos fuerte.

— Ricky cariño —lo volteo para dejarlo de frente— ¿tu me dejarías ser el que te alegre por el resto de la vida?

— dímelo directo.

Gyuvin sonrió mientras apoyaba su cabeza en el hombro del otro, seguir las órdenes del otro quizás siempre fue parte de su vida, sin embargo, ahora parecía ser más mandon ante sus oídos, aún así sin soltar su cintura volvió a dejar un beso en su mejilla.

— que si me dejarías ser tu novio, dame ese placer lindo.

Ricky fue el que lo beso ahora, atrapando los labios del otro en un sentimiento intenso. Rodeo sus brazos en el cuello del otro para profundizar su tacto y sentirlo mejor. Mordió el labio inferior del otro y este soltó un sonoro quejido, aprovecho la oportunidad para adentrarse más a él y comerle la boca, sus lenguas jugaban en un combate sin necesidad de que hubiera un ganador. Sentir el sabor de Gyuvin parecía descubrir un mundo nuevo, colonizar todo de Gyuvin estaba en sus planes desde que descubrió un movimiento diferente en su corazón con Gyuvin.

— si gyuvin, si quiero que seas mi novio —respondio con una sonrisa.

Gyuvin se sentía derretir al ver cómo este le regala una respuesta medio agitado y sus labios rojos.

La vida de ambos había dado un giro pero ninguno se sentía mareado como para pensar mucho en lo que hacían, eran más grandes, eran más unidos, eran ellos descubriendo el laberinto del otro y amando cada acertijo que el otro le podía regalar, estaban simplemente enamorados.

Cupido los había flechado, Cupido como siempre los había ayudado.























:D encantada de decir que
está historia acabo, siendo
mi primera historia sin una
gran planificación pero
con mucho cariño.

gracias por el apoyo :(💗

Cupid   𝆬       𝅄  ryuvin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora