El lunes volvió Marizza donde todos la recibieron. Se entero de muchas cosas, entre ellas que Javier no pudo ser denunciado, por Sergio al parecer ambos tenían algo planeado. Pablo se entero al mismo tiempo que ella, ya que sabrían qué si estaba solo seria capaz de cualquier cosa.
Ahora se encontraban el y su novia en las escaleras del Hall, ella con Pablo entre sus piernas.
— relajate Pablo, no creo que sean capaz de llegar a más. — lo intento tranquilizar acariciandole el pelo.
— ¿Como querés que me relaje? — se incorporó todavía en medio de sus piernas para mirarla. — te dejo en el hospital Marizza ¿sos consciente de eso? — dijo medio brusco.
— si, lo soy por que yo misma estuve en el hospital, no tenes por que recordármelo. Solo estoy tratando de ayudarte, no podes estar todo el día pendiente si el mueve una mano o no. — lo regaño. — tenes que dejar ese miedo que le tenes.
— yo no le tengo miedo. — se defendió.
— si lo tenes y no está mal. — explico comprensiva. — Solo que si sigues con ese miedo, qué el mismo te creo diciendote qué no sos más que el, no vas a llegar a ningún lado.
— ¿entonces que hago? — pregunto y su novia pudo ver la desesperación en sus ojos.
— eso yo no lo se, solo lo sabes tú.
— ¿Como lo voy a saber? por algo te estoy preguntando. — rodó los ojos.
— a mi no me rodes los ojos. — lo regaño. — te dijo que vos sabes que tenes que hacer, de una vez y lo estas haciendo ahora. — Pablo ladeo la cabeza confundido. — no dependes más de tu viejo, eso es lo que a él le molesta que no despendas de el. — Pablo sonrio de lado. — pero.. Tu y yo sabemos que tarde o temprano va a aparecer.
— si es verdad. — su sonrisa se esfumó y desvio la mirada.
— pero. — Marizza tomo su mentón y lo obligó a mirarla. — yo estoy segura que vos podes enfrentarte a él.
— podemos. — corrigió Pablo y Marizza negó con la cabeza.
— podes. — triplicó y lo beso, el no tardó en corresponder envolviendo sus brazos por su cintura sin salir de en medio de sus piernas. Marizza le acariciaba el pelo, hasta que un carraspeo los hizo separarse, aunque Pablo se quedo aun con la cara enterrada en el cuello de Marizza, esta si vio quien era.
— les agradecería que dejaran los arrumacos para otro momento, este es un colegio no un motel. — Hablo Sergio cínicamente y Pablo abrió los ojos como platos.
— yo también te agradecería que te vayas, esto es un colegio no una campaña de corruptos. — respondió Marizza a la defensiva y Pablo se volteo a mirarlo, para hablar el antes de que le dijera algo a su novia.
— ¿qué querés? — pregunto de mala gana.
— necesitaria hablar con vos. — respondió Sergio con una mirada directa hacia la pareja.
— uh que lastima pero yo no quiero. — se paro y ayudo a levantarse a Marizza tomándola de la mano.
— Pablo, no te hagas el rebelde conmigo. — advirtió Sergio pero Pablo solamente se fue con su novia dejándolo solo.
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— dale Pablo, ayudame. — pedido Tomas, mientras se vestían para ir a clases en un nuevo día.
— no se, Marizza se entera me castra. — dijo horrorizado. Tomás le estaba pidiendo ayuda, en buscar las fotos de Pilar su ahora ex-novia, qué según era un desnudo artistico en una revista para hombres.
