Marizza abrió los ojos al sentir unos besos en su cuello y se encontró en la habitación de Pablo en los brazos de este. Volteo y vio a Pablo que la miraba sonriente.
— buenos días. — hablo Marizza estirándose.
— hasta que despertás. — exclamó Pablo y la volvió a abrazar.
— bueno, estaba muy cansada qué querés que le haga. — se excuso y Pablo rio mientras Marizza le acariciaba el pelo. — ¿qué hora es? — le pregunto y Pablo vio su reloj.
— las 12. — dijo y Marizza se sentó en la cama de golpe.
— ¡EL DESAYUNO CON MI MAMÁ! — exclamó y rápidamente busco su celular. — ¿DONDE ESTA MI CELULAR?
— en la cama de Tomás. — le recordó Pablo tranquilo.
— la concha de tu madre. — maldijo y le quito la sabana a Pablo para pararse por el.
— ¡EYYY! — Se quejo Pablo. — si anoche te vi todo ¿qué te tapas? — pregunto divertido y recibió un almhoadazo en su cara. — qué delicada. — ironizo y se tapó con el cubre cama qué estaba en el suelo.
— ¡tengo 20 llamadas perdidas de mi mamá! — exclamó viendo su celular.
— no se que gritas tanto. — hablo pablo mientras se seguía acurrucando en las sábanas.
— ni yo se por que estas tan tranquilo.
— ay calmate Marizza, yo le mande un mensaje en la mañana a tu mamá, diciéndole que tenias que ensayar.
— ¿enserio? — le pregunto y Pablo asintió. — ¡me hubieras dicho! — le tiro otro almohadazo.
— ¡encima que te salvo me maltratas! — dramatizo y Marizza rio. — mejor vení. — le abrió un espacio en en el cubre cama y Marizza se metió en el, Pablo la abrazo y escondió su cara en su cuello.
Estuvieron así un rato en silencio hasta que Marizza se empezó a reír y Pablo la miro extrañado.
— ¿de que te reís? — le pregunto y Marizza se rio más fuerte.
— me acorde cuando ganaste el enema de oro — recordó con una carcajada.
— ni me lo hagas acordar. – dijo y se tiro a su lado.
— fuera de joda ¿Donde dejaste el premio? — le pregunto y volteo para verlo.
— lo tire. — respondio y volteo a verla.
— ¡che eso me costó hacerlo! — exclamó indignada y Pablo rio.
— bueno, me dejaste en ridículo frente a todos. — le recordó ahora el indignado y Marizza rio.
— ahora que me doy cuenta te eh dejado en ridículo varias veces. — hablo pensativa.
— yo también. — concordo Pablo y la volvió a abrazar como hace unos momentos.
— pablo... — susurro Marizza y Pablo respondió con un ruido. — ¿y si le ponemos letra a algunas canciones de las que eh escrito? — pregunto tímida y Pablo la miro ilusionado.
— ¿enserio? — le pregunto y Marizza asintió, Pablo le empezó a dar besos en toda la cara. — si, si, si. – decía mientras la besaba y Marizza reía.
— aveces sos peor que mi vieja. — exclamó Marizza a la efusividad de su novio.
— pero se lo mostramos a los chicos. — sentencio y Marizza rodó los ojos pero finalmente acepto y lo beso profundamente. — epa andamos cachondas. — la jodio cuando las manos de Marizza agarraron su pelo.
— ay yo también te quiero. — dijo con una sonrisa falsa y Pablo la beso.
- pero nos tenemos que parar por que ya debe venir mi vieja - hablo volteando la cara para evitar r que la siga besando.
- un rapidin - pidió Pablo besandole el cuello.
Marizza cerro los ojos y suspiro, disfrutando de los besos de pablo, pero en cualquier momento podía llegar Sonia.
- no, va a llegar mi mama. - negó y Pablo se separo y vio la hora, las 1 menos 15.
- yo le dije que llegara a las 2 falta dalee -pidio y volvio a su cuello.
- ¿puedo decir que no? - pregunto ironica.
- no - nego con una sonrisa mientras se subia arriba de ella.
- sos medio calentón no te conocía así Pablito eh... - dijo divertida y Pablo rodo los ojos.
- ¿no te gusta? - le pregunto rozando sus labios.
- ponele. - admitio y Pablo rio y la beso acomodándose mejor sobre ella, dando rienda suelta a la pasion para tener su "segunda vez"
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el resto del dia Marizza se tubo que ir a casa de Franco y Sonia mientras Pablo a trabajar junto con sus amigos al local. ambos con una sonrisa de oreja a oreja, cosa que no paso desapercibido por Tomas y Guido que no perdieron oportunidad para preguntarle.
- che Pablo.. - lo llamo Guido que estaba barriendo pero Pablo estaba pensando en Marizza y lo que paso en la mañana. - PABLO - esta vez le grito en el odio y Pablo reacciono.
- ¿que pasa? - pregunto molesto tapandose el oido.
— te estoy hablando hace media hora nene. — lo regaño Guido y Pablo rodó los ojos. — ¿Por que tenes esa sonrisa de boludo y andas con la cabeza en marte si se puede saber?
— esta enamorado. — se unío Tomás a la charla. — parece que se le dio con la colorada. — agrego y Guido abrió los ojos como platos.
— ¿estuviste con Marizza? — grito.
— ¿vos como sabes? — le pregunto Pablo a Tomás ignorando a Guido.
— es obvio, cuando llegamos estaba tu cama toda desordenada, el cajón donde guardas los condones, estaba abierto y solo quedaba 1. — dijo enumerando las cosas con los dedos cada vez que la decía.
— ah, pero es inalcanzable. — hablo Guido y recibió un golpe de Pablo.
— no hables así de mi mina. — lo reto. — y vos Tomás ¿qué contás cuantos condones tengo que onda?
— eso lo usamos todos pelotudo.
— nada de esto a nadie ¿entendieron? — pidió Pablo.
— nada de nada. — respondieron ambos al unisono.
— para pero hay algo que no me cuadra. — hablo Guido pensativo y los dos lo voltearon a ver. — vos no has salido del colegio y a tu departamento no fuiste..
— no voy a hablar más del tema. — lo interrumpio Pablo.
— dejalo Café, si vos estuvieras de novia estárias igual. — defendió tomas.
— yo no tendria problema en contarles. — dijo despreocupado.
— ya vamos a ver. — desafío Pablo y volvió a lo suyo.
Medio corto pero x