El regreso de los merodeadores -COMPLETO-

Capítulo 23

"Bueno, ¿no nos dejes colgando? Cuéntanos ya Hellcat." Harry gritó de frustración. La dramática pausa de Daphne lo estaba volviendo loco. Ginny parecía que estaba a punto de morderse el labio inferior, y él tenía planes definidos para esos deliciosos labios más adelante.

"Sombra, no tienes ningún talento para lo dramático en absoluto, pero como insistes, te diré ... um, ¿de qué estábamos hablando de nuevo?" Daphne bromeó. Ginny gritó frustrado. Era muy evidente que no quería llamarse Sparky. Harry extendió la mano e hizo que pareciera que estaba asfixiando a una persona invisible.

"Qué estás haciendo?" Daphne preguntó con leve curiosidad por su extraño comportamiento.

"Estoy usando la fuerza para estrangularte. ¿Cómo se ve?" Harry respondió con una expresión duh.

"La fuerza?" Ambas chicas preguntaron juntas.

"Eso es! Estamos teniendo una maldita noche de cine, estoy cansado de explicar todo." Harry dijo mientras levantaba ambas manos en el aire con frustración. Cuando se encontró con expresiones más confusas, agregó. "Haremos palomitas de maíz, haremos nacho's, tendremos una pelea de comida, y luego mi madre me castigará por hacer un desastre. Te encantará."

"Cariño, me encanta cómo funciona tu mente. ¿Te lo he dicho últimamente?" Ginny preguntó con una mirada de completa satisfacción en su hermoso rostro.

"Me sorprende que no haya sugerido una pelea de almohadas." Daphne agregó con un resplandor falso.

"Una pelea de almohadas de lencería? Ahora eso podría ser divertido. Mira, sabía que había una razón por la que me gustaste Daph." Harry respondió con un guiño.

"Él es solo un pequeño cabrón, ¿no?" Daphne le preguntó a Ginny mientras sacudiría la cabeza con incredulidad.

"Bienvenido a mi mundo." Ginny respondió mientras ponía los ojos en blanco a su novio. Luego copió el movimiento de estrangulamiento de fuerza que hizo antes, al que le lanzó un beso. "Por otra parte, se vería lindo con una liga roja, medias de red y un buen par de tacones de aguja." Ginny agregó con una sonrisa malvada.

"No no no! Imagen mental! ¡Vete, vete!" Daphne gritó mientras crujía los ojos y masajeaba las sienes. Harry no estaba seguro de si debería ofenderse por eso o no. Sí, como si eso fuera a suceder.

"Qué tal noooo." Harry respondió en su mejor suplantación del Dr. Mal. Las chicas le dieron una mirada inquisitiva nuevamente a sus travesuras, pero la habitación pronto se llenó de risas. Supusieron que era una de esas cosas de Muggle que solo tendrían que aceptar, y con ella el peso del día parecía aligerarse considerablemente. Ninguno de ellos parecía sentir la necesidad de recuperar su respectiva compostura; al final fue Daphne quien lo logró primero.

"Furia celestial o tal vez Furia para abreviar." Daphne dijo mientras miraba atentamente a Ginny. Dicha chica se sentó desde la posición en la que se estaba riendo y miró hacia atrás en estado de shock.

"De Verdad?" Fue todo lo que Ginny logró salir. Harry miró de un lado a otro de Ginny a Daphne, y luego de regreso a Ginny nuevamente. Daphne asintió con aprobación a Ginny. Ella a su vez boquiabierta gracias.

"Supongo que hay una historia detrás de este nombre?" Harry finalmente le preguntó a ambas chicas asintieron sin romper el contacto visual.

"Es una leyenda celta que mi madre me dijo una vez." Daphne le dijo a Harry cuando rompió el contacto visual con Ginny. "La historia cuenta que un poderoso vampiro gobernó su tierra. Una vez cada cien años, tomaba a una joven doncella como novia a cambio de solo matar lo que necesitaba para sobrevivir. La mayoría de las veces, él mató a los viajeros que pasaban por su tierra, por lo que a los aldeanos realmente no les importaba tanto. Enviaría a sus sirvientes a recoger a cualquier joven doncella que se apeteciera. Cuando vinieron a recoger el premio de su Maestro, ninguno de los aldeanos se les opondría. Los padres entregarían libremente a sus hijas por temor a lo que sucedería si se negaran.