Chewing Gum Love [Taekook]

✧c.-005

N/A: Actu 3, pq hoy no fui a la escuela, acá en mi pueblo se andan balanceando y, no, no, mi mamá no me dejó ir al colegio.

Para quienes quieran saber, los alfas a los que Tete se madreó fueron encarcelados, porque, so, el suegro de Kook es un abogado penalista súper reconocido, y, el macho de Koo también es abogado... Idk, los Kim y sus influencias, jajajan't.

A partir de aquí los caps serán de unas mil palabras a lo mucho, pequeños momentos de estos dos pimpollos bellos, bellos.

Los quiero bien bonito a todos. :)

[...]

Presente.

—¡Cuidado con eso, es frágil! —Jungkook gritó, mientras en sus manos sostenía una caja pesada.

El Omega de cabellos blancos se encontraba dándole ordenes a los jóvenes que le ayudaban con la mudanza, mismos que llevaban cajas sobre sus brazos por todos lados, y se movían a lo largo del bello departamento que él y Taehyung habían decidido arrendar.

—¿Esto donde lo ponemos, señor Jeon?

Uno de los muchachos se acercó a Jungkook, con una gran sonrisa, preguntando por el sitio en donde se colocaría un mueble que otros dos chicos sostenían con algo de dificultad.

—Esa va a en la habitación del fondo —les dijo, indicando el pasillo con su dedo.

—De acuerdo, muchas gracias —el joven se dio la vuelta y ayudó a posicionar el mueble en su lugar.

Jungkook siguió con lo suyo, alegre, yendo hacia otro de los pasillos a la habitación que a partir de ese día sería suya y de Taehyung, la cual, ya se encontraba totalmente amueblada y decorada a gusto de ambos —más de Kook, en realidad—. La puerta era de color hueso, con un letrero de madera que decía: Couple's room, que el gatito había conseguido en una tienda en el centro de su ciudad.

Suspiró cuando estuvo en la entrada, observando la cama matrimonial en el centro, la cual tenía sábanas en todos azul rey y beige; después pasó al tocador, un gran ejemplar de madera lustrada en donde yacían varias cajas que contenían el arsenal de maquillaje que a Kook le encantaba usar.

Siguió con su armario de gran tamaño, donde esperaba colocar ese mismo día toda su ropa y la de su pareja; también había un sillón en unas esquina al lado de un mueble con una lámpara sobre él, cerca de la ventana, que Taehyung había optado por colocar ya que le gustaba mucho tener varios momentos de lectura, y qué mejor que un pequeño espacio para hacerlo en lo que sería "su nido de amor".

Jungkook se quedó de pie en el centro de la habitación, mirando todo con un gran anhelo, con un sentimiento que sabía a felicidad y lo llenaba de júbilo.

¡Iba a vivir con su Alfa! ¡Con su lindo lobito!

Estaba extasiado, puesto que ese era su sueño desde hacía meses, y, ese día, comenzaba a hacerse realidad.

Se ponía a pensar en todo lo que él y Taehyung tuvieron que pasar al estar juntos, ya que, una unión entre sus especies no era bien visto por la sociedad.

Jungkook era un Omega macho de Gato, descendiente de ejemplares pequeños al lado de un gran Lobo, Alfa, y puro, como el pelinegro —sin mencionar que, era sumamente raro ver a un Gato Omega macho como él—. Recibieron muchos comentarios negativos, diciéndoles que su unión no sería fructífera, que era anormal y que era una abominación para las demás especies. Y eso, más de una vez les hizo cuestionarse si era lo mejor estar juntos, llegando muchas veces a debilitar su relación.

No obstante, ninguno se rindió, y, gracias a su esfuerzo y dedicación a su lazo, lograron sobrellevar todas esas adversidades que se presentaban en el camino.

Kook se dio un abrazo a sí mismo, mientras daba vueltas de emoción al rededor de su habitación, se felicitaba a sí mismo por haberse esforzado en alcanzar todo lo que tenía ahora, y agradecía haber conocido a un Alfa tan gentil y amoroso como su Taehyung.

Se sentía satisfecho con todo lo que había hecho hasta ahora.

Su corazón dio un vuelco cuando sintió que unos brazos lo elevaban en el aire y comenzaban a dar giros en su lugar. Cerró los ojos con fuerza, asustado, hasta que un aroma a chocolate y menta llegó a sus fosas nasales.

—¡Ah, Taehyung! —exclamó, mientras el susodicho se detenía y lo mantenía en el aire.

—¿Qué tanto pensabas, mi Omega? —le preguntó, sonriendo, mientras recordaba la bella escena que había visto hacía unos minutos, mientras esperaba el momento oportuno para ir tras su pareja.

—¿Por qué, eh? —Jungkook cruzó sus brazos y arqueó una ceja—. ¿Me estabas espiando acaso, Alfa?

—Puede ser, lindo —contestó, coqueto, bajando a Jungkook a su altura para poder robarle un beso.

Los belfos del Alfa chocaron contra los del Omega en un intento de sentir la suavidad de los mismos, Jungkook aceptó el contacto, disfrutando de la frescura de aquella muestra de amor. Pronto, sus manos estaban al rededor del cuello del Alfa, tratando de profundizar la unión de sus bocas.

Pronto, la lengua del Omega se inmiscuía con emoción dentro de la cavidad contraria, buscando la sin hueso para comenzar una pequeña batalla en busca del control. Siendo esta, obviamente, dominada por el mayor de ambos, quién solo abrió uno de sus ojos con diversión para observar la mueca de satisfacción de Kook.

—Mmh —musitó Taehyung, separándose de Jungkook al sentirlo un poco más emocionado de lo normal—. Ey, tranquilo, bello —susurró contra sus labios—. Hay gente en la casa, cariño.

—Mmm —el mencionado hizo un puchero, frustrado porque Taehyung había interrumpido su beso—. Pero, no estarán en casa todo el día...

Esas últimas palabras salieron con una pizca de picardía, la cual no pasó desapercibida para el Alfa... Para nada.

El pelinegro tomó a Jungkook de la cintura, y lo atrajo hacia él. Al estar ambos cara a cara, sintiendo sus respiraciones, una chispa en sus ojos les dejó a saber que esa noche, tendrían una muy buena excusa para extrenar el colchón que apenas habían comprado.

Ante esa idea, el Alfa de ojos negros le dejó un beso en los labios al Omega, como si le dijera que aceptaba su "discreta" invitación a hacer el amor.

—Ya, deja de comer ansias —dijo Tae, cuando, al separarse de Kook, este se quedó viéndolo como si quisiera deborarlo ahí mismo—. Mejor vamos a terminar de acomodar la casa, si quieres que se retiren todos, debes ayudar, ¿no?

Ante eso, Jungkook no esperó dos veces antes de salir corriendo de la habitación directo hacia la sala de estar.

—Ah, qué cosas —dijo, arremangando su camisa blanca, sabiendo que seguramente sudaría.

Taehyung sonrió, llevando sus manos a sus caderas, donde chocaba con su cinturón que sostenía sus pantalones de vestir negros.

Al caer la noche, unos sonidos bastante comprometedores inundaron ese departamento recién arrendado por una pareja joven, los cuales no descansaron hasta saciar su necesidad del otro.

Para cuando Jungkook yacía dormido, desnudo, y entre las sábanas, Taehyung dedicó varios minutos para admirar su belleza, mientras, en su pecho, sentía crecer cada vez más el cariño que tenía por él.

Amaba a su Omega, eso era seguro.

Y siempre lo haría.

✧ Chewing Gum Love.